La administración del presidente de centro-izquierda, Alberto Fernández, ya había dejado trascender su disgusto con el comportamiento del grupo, en el que su antecesor neoliberal Mauricio Macri tuvo un rol clave criticando la gestión de Nicolás Maduro.
Buenos Aires. Argentina formalizó este miércoles su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que se impulsaron desde este conjunto de países americanos en búsqueda de aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, "no han conducido a nada", al tiempo que reclamó por un mayor diálogo inclusivo.
Mediante un comunicado de la Cancillería del país sudamericano, se agregó que "por otro lado, la participación de un sector de la oposición venezolana (liderada por Juan Guaidó),como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar".
La administración del presidente de centro-izquierda, Alberto Fernández, ya había dejado trascender su disgusto con el comportamiento del grupo, en el que su antecesor neoliberal Mauricio Macri tuvo un rol clave criticando la gestión de Nicolás Maduro.
"La mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero si a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional. Es claro que no pueden las autoridades venezolanas desconocer, sin embargo, que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad", afirmó el documento.
Agregó que "en un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables".
La Cancillería argentina concluyó con que sostiene su compromiso con la estabilidad en la región, y que buscará encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado.
El Grupo de Lima, establecido en la capital peruana en 2017, dice que busca promover una salida pacífica a la crisis en Venezuela a través de un Gobierno de transición y elecciones libres, ante la debacle que sufre el país petrolero.
Este Grupo está conformado entre otros por Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú.