Las ventas brasileñas de armas a Estados Unidos, donde hay un intenso debate sobre la comercialización y tenencia de armas de fuego, sumaron 4,6 millones de unidades entre 2003 y 2010, indicó un estudio del Comando del Ejército publicado este lunes por Folha de Sao Paulo.
Brasilia, Xinhua. Estados Unidos fue el principal destino de las armas fabricadas en Brasil en los últimos 40 años, con un total de 7,9 millones exportadas desde 1971, indicó un estudio del Comando del Ejército y publicado este lunes por el diario Folha de Sao Paulo.
El documento inédito, que trae un registro detallado de vendedores y compradores de 9,9 millones de revólveres, pistolas, carabinas y escopetas, fue obtenido por el diario paulista gracias a la Ley de Acceso a la Información, vigente en el país sudamericano desde el año pasado.
En los ochos años del gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), la exportación de armas brasileñas a Estados Unidos aumentó 187,5% ante igual período de gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), y representó 59% del total vendido entre 1971 y 2011.
Las ventas brasileñas de armas a Estados Unidos, donde hay un intenso debate sobre la comercialización y tenencia de armas de fuego, sumaron 4,6 millones de unidades entre 2003 y 2010, indicó el informe.
En 2011, Brasil fue el mayor proveedor de armas para ese país, con 846.000 unidades vendidas, superando a Austria, con 522.000, y Alemania, con 313.000.
Atrás de EE.UU., los principales destinos de las exportaciones brasileñas fueron Argentina (215.000 armas), Paraguay (154.000), Yemen (112.000) y Alemania (109.000).
Según el documento, tres empresas creadas en EEUU por las fabricantes brasileñas Forjas Taurus y Amadeo Rossi adquirieron la mayor parte de las armas que entraron en ese mercado.
Como los fabricantes no informan al gobierno brasileño el destino final de las armas, no es posible saber si serían revendidas a otros países.
Dos semanas atrás, una propuesta del presidente Barack Obama para la regulación del comercio de armas de fuego fue rechazada por el Congreso de Estados Unidos.