El pleno de la cámara baja ha votado para enviar los artículos del 'impeachment' al Senado y para ratificar a los siete congresistas que se encargarán de ejercer la acusación contra Trump en la cámara alta, último paso antes de que arranque el juicio político.
Washington. La Cámara de Representantes ha votado este miércoles a favor de enviar al Senado el pliego de cargos contra el presidente estadounidense, Donald Trump, último paso antes de que arranque el juicio político ('impeachment') en la cámara alta.
El pleno de la cámara baja ha votado para enviar los artículos del 'impeachment' al Senado y para ratificar a los siete congresistas que se encargarán de ejercer la acusación contra Trump en la cámara alta, denominados 'managers'.
Los elegidos son los jefes de las comisiones Judicial y de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Jerry Nadler y Adam Schiff, respectivamente, así como la de la Comisión de Administración, Zoe Lofgren, a los que se suman los congresistas Hakeem Jeffries (Nueva York), Val Demings (Florida), Jason Crow (Colorado) y Sylvia Garcia (Texas).
Los 'managers' habían sido designados horas antes por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, por su carácter "litigante". "Queremos presentar el caso más fuerte que sea posible para proteger y defender nuestra Constitución, para buscar la verdad para el pueblo estadounidense", ha declarado en una comparecencia.
Está previsto que los 'managers' acudan este mismo miércoles al Senado para presentar el pliego de cargos contra Trump, si bien la cámara alta no lo admitiría hasta el jueves, de acuerdo con CNN. Así las cosas, el juicio político empezará en los próximos días.
Con la votación de este miércoles, la Cámara de Representantes ha perdido el control sobre el 'impeachment' contra Trump, un proceso que ha dominado desde el inicio de la investigación oficial, el pasado mes de septiembre.
La prensa estadounidense ha señalado en las últimas semanas que Pelosi se habría resistido a nombrar a los 'managers', precisamente, para forzar al Senado, de mayoría republicana, a pactar un protocolo para el 'impeachment' que los demócratas consideren justo.
La jefa de la Cámara Representantes dijo la semana pasada, cuando anunció que daría este paso, que su principal temor es que se desestimen algunos hechos y que no se permitan ampliar los ya indicados.
La Casa Blanca ha acusado a Pelosi de "mentir cuando dijo que esto (el 'impeachment') era urgente y vital para la seguridad nacional", dado que lo ha dilatado un mes "en un indignante esfuerzo para conseguir apoyo político".
"Los único que ha conseguido la presidenta Pelosi con este vergonzoso e ilegítimo proceso de 'impeachment' es demostrar que está centrada en la política en lugar de en el pueblo estadounidense", le ha reprochado en un comunicado.
La polémica de los testigos. Los demócratas pretenden que los testigos que no pudieron comparecer durante la investigación en la Cámara de Representantes, la mayoría miembros de la Administración Trump o colaboradores suyos, lo hagan ahora en el juicio en el Senado.
El mandatario norteamericano dio expresamente la orden a sus subordinados para que no cooperaran con el Congreso en la investigación del 'impeachment' --de ahí el segundo cargo en su contra--, si bien algunos, como el secretario de Estado, Mike Pompeo, ya han avanzado que están dispuestos a hacerlo en el Senado.
"Ya estamos otra vez", ha reaccionado Trump en Twitter. "Otra estafa de los demócratas que no hacen nada", ha dicho, argumentando que "todo este trabajo (los testimonios) debería hacerlo la Cámara de Representantes, no el Senado".
Schiff ha esgrimido que, si la Cámara de Representantes hubiera tenido que esperar a que comparecieran los testigos requeridos, el proceso se habría prolongado "años", lo cual "habría anulado complemente el poder de 'impeachment'".
En todo caso, ha restado importancia a la intervención de los testigos. "Los testigos pueden contar la verdad o no, pero los documentos, por lo general, no mienten", ha sostenido el jefe de la Comisión de Inteligencia.
El pliego de cargos. El 'impeachment' se hizo realidad el pasado mes de diciembre, cuando la Cámara de Representantes --de mayoría demócrata-- acordó acusar formalmente a Trump de abuso de poder y obstrucción al Congreso, lo que obliga a celebrar un juicio político en el Senado que concluirá con su absolución o su cese.
Trump está acusado de presionar a su par ucraniano, Volodimir Zelenski, para que abriera dos investigaciones: una sobre las supuestas corruptelas del precandidato demócrata Joe Biden y su hijo Hunter en el país europeo y otra sobre la "desacreditada teoría" de que fue Kiev, no Moscú, quien interfirió en las elecciones presidenciales de 2016.
Según los congresistas norteamericanos, Trump condicionó a la apertura de estas dos investigaciones una "ansiada" visita de Zelenski a la Casa Blanca y la ayuda militar que Estados Unidos da a Ucrania en el marco de la guerra en Donbas.
La cámara baja está convencida de que Trump buscaba perjudicar a Biden y los demócratas de cara a las elecciones presidenciales de 2021, en las que intentará conseguir un segundo mandato.
El magnate neoyorquino ha defendido en todo momento su inocencia, incidiendo en que no hubo "quid pro quo" con Zelenski, denunciando que es víctima de una "caza de brujas" de los demócratas porque aún no han digerido su victoria electoral de 2016. Se ha mostrado seguro de que el Senado tumbará el 'impeachment'.
"El presidente Trump no ha hecho nada malo", ha reiterado la Casa Blanca. "Espera disfrutar del derecho al debido proceso en el Senado que la presidenta Pelosi y la Cámara de Representantes le han negado y espera ser exonerado", ha añadido.