Los conductores se niegan a trabajar tras recibir amenazas de las pandillas. Gobierno aseguró que “no cederá” ante las maras.
El asesinato de siete choferes del transporte público y el paro obligado de los conductores, debido a las amenazas que lanzaron contra ellos las pandillas o maras, ha desatado un caos en Sal Salvador, capital de El Salvador, que este martes, por segundo día consecutivo, se enfrenta a la ausencia casi total de medios de transporte. El gobierno anunció que “no cederá” ante las presiones de los grupos criminales, que buscarían forzar “algún tipo de pacto” con el Ejecutivo.
El secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas, dijo que “el objetivo de estos grupos criminales es doblegar a la población y conminar al gobierno a hacer un pacto, pero cualquier diálogo con grupos criminales será totalmente rechazado”. Tras haber impuesto el paro, las maras asesinaron a siete conductores que no siguieron sus órdenes, e hirieron a otros dos, así como a un policía, en acciones de amedrentamiento.
“Estamos siendo gravemente afectados porque no podemos llegar a nuestros trabajos y estamos también en peligro de perder nuestro trabajo porque no podemos faltar”, contó un empleado de un comercio en el centro capitalino a la agencia dpa. Las escuelas nacionales también se han visto afectadas con la ausencia de maestros y estudiantes. “Unos no vienen porque hay miedo; otros no tienen cómo llegar por el paro”, aseveró una profesora.
Repudio de la población. Chicas calificó las acciones de las maras como “terroristas” y aseguró que se hará cumplir la ley. “Eso es terrorismo indudablemente y con eso lo que se va a acentuar es el repudio de la población a estos grupos criminales”, apuntó el funcionario. El gobierno ha desplegado un plan de contingencia para asegurar la movilidad y la seguridad de la población ante las amenazas a transportistas, pero ha sido imposible evitar del todo el caos. Asimismo, Chicas acusó a la pandilla Barrio 18, facción Revolucionarios, de ser los principales instigadores de la violencia de los últimos días.
En tanto, el subdirector de la policía salvadoreña, Howard Cotto, informó de la captura de varios líderes de maras y que dos jefes de pandillas que estaban en cárceles comunes fueron derivados a otra de alta seguridad, tras ser descubiertos dando órdenes y amenazando a empresarios del transporte para que acaten el paro. Las maras quieren un pacto para disminuir la violencia, e incluso lo ofrecieron enviando cartas al gobierno, pero éste rechazó dialogar con estos grupos.