El general Luis Mendieta relató que “hace más de 16 meses no tenemos radios, así que desconocemos muchas cosas de Colombia y el mundo, de todo”.
Bogotá. De regreso a la libertad vistiendo traje de camuflaje del ejército, al general Luis Mendieta de la policía le preguntaron si le molestaba el aire acondicionado de la aeronave, y solo atinó a responder: "llevo doce años sin respirar aire".
Expresiones como estas remarcan la magnitud de la tragedia vivida por los cuatro uniformados que en la mañana de este domingo fueron liberados, y en las primeras horas de este lunes festivo llegaron a la base militar de Catam. Alguien le dijo que faltaban 10 minutos para arribar y respondió: "Llevo 12 años esperando".
Los soldados que rescataron a los uniformados, no pudieron cortar las cadenas de tres de los oficiales de la Policía que se encontraban en manos del grupo de las FARC. Ellos "no tenían con qué", dijo el general Freddy Padilla de León. "Hubiera sido preferible que ustedes no los vieran con esas cadenas", indicó el alto oficial.
El general de la Policía, Luis Mendieta, agradeció a los altos mandos militares, los medios de comunicación. "Hace más de 16 meses no tenemos radios, así que desconocemos muchas cosas de Colombia y el mundo, de todo". Contó que hace cerca de un mes les tomaron pruebas de supervivencia, "deben estar en camino", dijo.
En medio de gritos, y vivas con flores fueron recibidos los cuatros uniformados por los altos mando militares, encabezados por el ministro de Defensa, Gabriel Silva Luján.
Algunos de ellos portando aún las gruesas cadenas con las que los tenían amarrados, los cuatros (Mendieta, Murillo, Donato y Delgado), se sintieron por primera vez en más de una década, libres al pisar la pista del aeropuerto militar de Catam.
Muy temprano comenzó el movimiento de aeronaves en el aeropuerto de San José de Guaviare donde en principio fueron desembarcados los cuatro uniformados rescatados en una audaz ‘Operación Camaleón' integrada por cerca de 300 hombres que no dejó una sola baja.
En forma rápida fueron introducidos en una aeronave militar el general Mendieta, los coroneles Murillo y Donato y el sargento Arbey Delgado, todos pertenecientes a la Policía Nacional.
Autoridades militares indicaron a Elespectador.com que los uniformados se encuentran en aparente buenas condiciones de salud.
En la mañana de este lunes, el general Óscar González, Comandante del Ejército que estuvo liderando la Operación ‘Camaleón', explicó que esta acción fue típica de la inteligencia colombiana y que se llevó a cabo con la colaboración de los pilotos, hombres de tierra y en general, con los uniformados de las tropas colombianas.
Sobre los detalles de ‘Camaleón', González afirmó que lo más importante de ésta son los resultados: la liberación del general Mendieta, los coroneles Murillo y Donato y el sargento Delgado; y que por tanto los pormenores de los procedimientos son "bueno dejarlo a la imaginación y a la inteligencia de cada colombiano"; pues este tipo de operaciones necesita sigilo, silencio y prudencia.
González anunció que los cuatro rescatados están con las tropas en el Guaviare y que hacia las 10:30 de la mañana de este lunes estarán en Bogotá.
Primeros pasos a la libertad. El general Luis Mendieta, los coroneles Enrique Murillo y William Donato, al igual que el sargento Arbey Delgado, fueron recibidos con abrazos por sus compañeros en la pista del aeropuerto de San José del Guaviare.
Los rescatados llegaron a esa ciudad a bordo de un helicóptero Black Hawk fuertemente escoltado por otros aparatos.
Aunque en las imágenes de televisión no se aprecia con claridad a los liberados, reportes locales que están en el sitio aseguran que algunos de ellos aún tenían gruesas y largas cadenas en sus cuellos.
Junto a los rescatados, también llegaron algunas de las unidades de los 300 militares que participaron en la "Operación Camaleón", que se desarrolló en el caserío Calamar, en el nacimiento del río Inírida, en el Guaviare.
El embarque al avión de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) que los traerá a Bogotá duró escasos cinco minutos, en medio de un espectacular operativo que incluyó soldados en posición de defensa en la pista del aeropuerto de San José del Guaviare.