También difieren en el número de detenidos. La Defensoría del Pueblo asegura que hubo al menos 1.340 arrestos, mientras que la ministra de Interior, María Paula Romo, ha fijado en 1.330 las personas capturadas.
Ocho personas han muerto a causa de los disturbios desatados durante las protestas de la última semana contra el Gobierno de Lenín Moreno, según ha informado este martes la Defensoría del Pueblo de Ecuador, si bien la ministra de Interior, María Paula Romo, ha cifrado en seis los fallecidos, manteniendo así la discrepancia en el balance de víctimas.
De acuerdo con la Defensoría del Pueblo, al menos ocho personas han perdido la vida en estos once días de protestas, entre ellos cinco que habrían muerto en enfrentamientos con la Policía.
La institución detalla el caso de Daniel Chaluisa y Marco Oto, que cayeron desde el puente de San Roque, en el centro de Quito, mientras huían de los agentes. Uno falleció al instante y el otro en el hospital.
"Mi hermano era una persona honrada, no un delincuente. Él trabajaba en una empresa por ocho años, era el que mantenía a mis papás. Mucha gente dice que policías los tiraron, que se cayeron. Vamos a llegar a las últimas consecuencias. El Gobierno debe responder", ha dicho el hermano de Marco Oto a 'El Universo'.
Sin embargo, la ministra de Interior ha indicado en una rueda de prensa ofrecida este martes que el Gobierno solo tiene constancia de seis "muertes accidentales" en el marco de las protestas.
También difieren en el número de detenidos. La Defensoría del Pueblo asegura que hubo al menos 1.340 arrestos, mientras que Romo ha fijado en 1.330 las personas capturadas.
Además, Romo ha denunciado que un total de 202 policías fueron retenidos por manifestantes en distintos puntos de Ecuador en respuesta al llamamiento de los líderes de las protestas a capturar a uniformados. Todos fueron liberados menos un grupo que tuvo que ser rescatado por fuerzas especiales.
Las protestas, protagonizadas por los indígenas, aunque también ha habido participación de sindicatos y estudiantes, comenzaron el 1 de octubre, cuando Moreno dio a conocer el "paquetazo" de ajustes económicos pactado con el FMI a cambio de una inyección de US$4.200 millones.
Las partes iniciaron el domingo un diálogo, bajo los auspicios de la ONU y la Conferencia Episcopal, en el que el Gobierno se comprometió a dar marcha atrás en su medida más polémica, la eliminación de los subsidios al combustible, y los manifestantes a poner fin a las protestas.
Moreno derogó el decreto 883 el lunes y accedió a negociar con los indígenas los nuevos ajustes económicos, para lo cual debían reunirse este martes, aunque la sesión ha sido pospuesta, según han informado los mediadores, por razones que no han trascendido.
El presidente ecuatoriano ha acusado directamente a su antecesor en el cargo y antiguo aliado, Rafael Correa, así como a sus socios, entre ellos el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de orquestar las protestas para derrocar a su Gobierno en un "golpe de Estado", algo que ambos han negado.