Muchos ecuatorianos protestaban debido a que los precios han subido considerablemente tras la adopción de las medidas económicas, lo que obligó al Gobierno a realizar operativos de control que dejaron 20 personas detenidas en todo el país por elevar precios.
Quito. El Gobierno de Ecuador comenzó a detener a comerciantes por aumentar los precios de los alimentos este domingo, cuando grupos de indígenas mantenían bloqueadas las carreteras en el cuarto día de protestas contra las medidas de austeridad del presidente Lenín Moreno.
Las manifestaciones, que comenzaron este jueves de manera violenta, se han convertido en un desafío para el gobierno de Moreno, que decidió eliminar el subsidio al diésel y la gasolina -vigentes por décadas-, en un intento por reducir un abultado déficit fiscal.
La protesta de los indígenas mantuvo por segundo día consecutivo cerradas varias carreteras del país, según testigos, causando problemas en la circulación de vehículos y generando especulación en precios de productos de consumo masivo.
Un hombre murió en la provincia andina de Azuay cuando los bloqueos de carreteras impidieron el acceso de una ambulancia después de que fuera atropellado por un automóvil, dijeron las autoridades.
Muchos ecuatorianos protestaban debido a que los precios han subido considerablemente tras la adopción de las medidas económicas, lo que obligó al Gobierno a realizar operativos de control que dejaron 20 personas detenidas en todo el país por elevar precios de los alimentos sin autorización.
"Nos están vendiendo el quintal de la cebolla a US$45 desde el mercado Monte Bello (el mayor mercado de abastos)", dijo Armando Zuquilanda, un comerciante de 45 años, que vende hortalizas en un mercado al sur de Guayaquil. "Qué podemos hacer los comerciantes, no podemos trabajar a pérdida".
La economía dolarizada de Ecuador registró una inflación de 0,27% en el 2018, según datos oficiales.
Después de una huelga de dos días por parte de los sindicatos del transporte, los grupos indígenas han tomado la posta en las manifestaciones contra las medidas económicas de Moreno. Sindicatos y movimientos sociales han convocado a un paro nacional el miércoles.
Protesta crece. En la jornada de este domingo, algunos manifestantes en varios puntos del centro del país arrojaron piedras y palos a la fuerza pública, quienes respondieron con gases lacrimógenos.
Mientras que en el sector denominado Lasso al sur de Quito un grupo de indígenas forzaron a algunos policías y a militares a subirse a sus propios autobuses para ser trasladados a la sede de una organización campesina, según testigos.
La organización de indígenas de la Amazonia, donde se ubica la infraestructura petrolera, publicó videos que muestran a habitantes con lanzas bloqueando carreteras y gritando "¡Abajo el gobierno!".
Moreno declaró en estado de excepción al país por los disturbios del jueves y viernes y ha dicho que mantendrá la medida de eliminar los subsidios a los combustibles, pero compensará a varios sectores por sus posibles efectos.
La noche del sábado, el Gobierno aprobó un incremento de hasta el 32% de las tarifas para el transporte que traslada pasajeros entre ciudades y autorizó a los municipios a elevar el pasaje para buses urbanos entre 5 y 10 centavos de dólar, a excepción de estudiantes y adultos mayores.
Aunque goza del apoyo de empresarios y militares, la popularidad de Moreno se ha reducido a menos del 30%, en comparación con el 70% después de su elección.
Quito llegó en febrero a un acuerdo por US$4.200 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) con un programa de tres años. Además de terminar con los subsidios, el gobierno está reduciendo la fuerza laboral del Estado y planeando algunas concesiones.