"Si es que el señor Assange no se atiene a esas reglas (del protocolo), obviamente, el gobierno ecuatoriano podrá revisar su decisión de haberle concedido el asilo y retirarlo", dijo el procurador general del Estado, Iñigo Salvador.
Quito. Ecuador revisaría su decisión mediante la cual otorgó asilo al fundador de WikiLeaks, Julián Assange, si éste incumple el protocolo especial que puso en vigencia el gobierno para regular las condiciones de su estadía en la embajada ecuatoriana en Londres, anunció este miércoles el procurador general del Estado, Iñigo Salvador.
"Si es que el señor Assange no se atiene a esas reglas (del protocolo), obviamente, el gobierno ecuatoriano podrá revisar su decisión de haberle concedido el asilo y retirarlo", dijo Salvador a la televisora local Ecuavisa.
Aclaró que "eso no constituirá una violación a la institución del asilo, puesto que habrá sido el señor Assange el que habrá incumplido las normas establecidas por el gobierno ecuatoriano para poder brindarle su protección".
Assange se refugia desde 2012 en la embajada ecuatoriana en la capital británica para evitar ser extraditado a Suecia y ser interrogado por supuestos delitos sexuales, que él niega.
Aunque la Justicia sueca cerró el caso en mayo pasado al no poder avanzar en la investigación, Reino Unido mantiene en firme una orden de detención si Assange abandona la embajada.
Assange sospecha que el proceso en Suecia forma parte de una maniobra para enviarlo a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por espionaje al publicar en el sitio WikiLeaks miles de documentos filtrados de información confidencial de ese país.
Ecuador le otorgó asilo diplomático en agosto de 2012 durante el gobierno del entonces presidente Rafael Correa (2007-2017).
El entonces canciller Ricardo Patiño indicó que la decisión se sustentó en el derecho internacional y porque se consideró que la vida del programador informático y periodista australiano corre peligro si es finalmente extraditado a Estados Unidos.
El gobierno del actual presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, puso en vigencia recientemente un protocolo especial de visitas, comunicaciones y atención médica para Assange, mientras permanece en la embajada de Ecuador en Londres.
Según la Cancillería, el protocolo, cuya legalidad fue ratificada esta semana por la justicia local, "guarda armonía con los derechos humanos, se ajusta plenamente al derecho de asilo y a la ley nacional, y emana de la facultad soberana del Estado ecuatoriano de otorgar o retirar el asilo".
Se ajusta además a la facultad "de arbitrar las medidas que garanticen tanto los derechos del señor Assange como el cumplimiento de sus obligaciones como asilado".
El procurador ecuatoriano explicó que dicho protocolo fue anunciado a Assange en agosto pasado y, posteriormente, se le entregó, sin que el asilado "diga nada".
"No se trata de ninguna manera de un pretexto para que su incumplimiento determine la terminación del asilo", expuso.
En un intento por solucionar el caso, el gobierno de Moreno otorgó a Assange en diciembre de 2017 la naturalización ecuatoriana, pero la medida no cumplió el objetivo de Ecuador de destrabar la situación del asilado.
Al respecto, Salvador anunció que "de momento, el gobierno ecuatoriano no está considerando la posibilidad de oficio de suspender la nacionalidad del señor Assange".
Subrayó que el tema es actualmente objeto de investigaciones por parte de la Contraloría y la Asamblea Nacional (Congreso unicameral) ante denuncias de posibles irregularidades en el proceso de entrega de la naturalización.
Si de esas investigaciones se determinan irregularidades deberán responder los responsables, indicó el procurador ecuatoriano.