Los cambios en un plan de capacitación usado por cientos de funcionarios de inmigración sugieren que el Gobierno está hallando nuevas formas de complejizar los procesos de asilo.
Nueva York.- El Gobierno del presidente Donald Trump revisó las normas de capacitación para las autoridades que procesan las fases preliminares de solicitudes de asilo, lo que podría dificultar los trámites que realizan inmigrantes para refugiarse en Estados Unidos.
Los cambios en un plan de capacitación usado por cientos de funcionarios de inmigración sugieren que el Gobierno está hallando nuevas formas de complejizar los procesos de asilo, luego de que medidas más generales fueran bloqueadas por cortes federales, dijeron exautoridades y expertos en el tema, que revisaron documentos que compartieron con Reuters.
Las alteraciones podrían generar más retrasos, rechazos y deportaciones antes de que los casos de los inmigrantes sean abordados por la justicia, dijeron.
Jessica Collins, portavoz de los Servicios de Migración y Ciudadanía de Estados Unidos (USCIS), que supervisa las solicitudes de asilo, dijo que la agencia actualiza periódicamente los documentos que procesan todos los pedidos diarios.
El plan de capacitación había sido revisado por última vez en 2006, y 2014 y en febrero de 2017. La nueva versión del 30 de abril, entró en vigencia este mes, afirmó.
El creciente número de familias - en su mayoría centroamericanas - que acuden a agentes fronterizos y piden asilo está llevando a las agencias inmigratorias de Estados Unidos al límite. En marzo, más de 100.000 personas fueron detenidas en la frontera con México, el mayor nivel en casi una década.
El presidente Trump ha dicho que los inmigrantes están explotando "vacíos legales" en las leyes de inmigración.
El primer paso en el extenso proceso para obtener asilo en Estados Unidos es una entrevista con un funcionario de USCIS especialmente capacitado en las leyes de refugiados para determinar si el inmigrante tiene un "temor creíble" a regresar a su país.
Si pasan esta fase, que no reviste dificultad, acuden a una corte de inmigración donde un juez puede otorgarles el asilo si prueban que han sido víctimas de persecución por su raza, religión, nacionalidad, opinión política o por ser miembro de algún grupo en particular.
Alrededor de tres cuartos de los miles de solicitantes mensuales pasan regularmente las primeras entrevistas, según datos del Gobierno. Pero la mayoría de los inmigrantes centroamericanos que huyen de la violencia generalizada y la corrupción en última instancia no califican para el asilo.
Trump ha dicho repetidamente que los estándares para ingresar a Estados Unidos son "demasiado indulgentes".