Partidarios del mandatario atendían el un llamado de Nayib Bukele, quien advirtió a los legisladores que los ciudadanos tienen derecho a la "insurrección" si no atienden su petición de obtener un préstamo de US$109 millones para equipar a sus fuerzas de seguridad.
San Salvador. Militares y policías ocuparon este domingo el salón de sesiones del Congreso de El Salvador para presuntamente proteger la llegada del presidente Nayib Bukele, quien entró al recinto buscando presionar a los diputados con el fin de que le aprueben un préstamo para sus planes de seguridad.
Partidarios del mandatario estaban reunidos a las afueras del edificio legislativo atendiendo a un llamado de Bukele, quien advirtió el viernes a los legisladores que los ciudadanos tienen derecho a la "insurrección" si no atienden su petición de obtener un préstamo de US$109 millones para equipar a sus fuerzas de seguridad.
"Démosle una semana a estos sinvergüenzas. Los convocamos de nuevo si no aprueban el plan. Y si no, yo no me voy a poner entre el pueblo y el artículo 87 de la Constitución. Quedará en sus manos", dijo Bukele desde una tarima instalada en la entrada del Congreso, tras haber ingresado brevemente y hacer una oración desde el curul del presidente del Congreso.
El movimiento del presidente para presionar a los legisladores fue respaldado por el ministro de Defensa, René Merino, y el director de policía, Mauricio Arriaza, pero fue cuestionado por organizaciones de derechos humanos.
El director de la policía dijo que la presencia de efectivos armados dentro del salón de sesiones del palacio legislativo fue para resguardar al mandatario, cuya ocupación del lugar del presidente del Congreso puede considerarse una invasión a otro poder del Estado según las leyes salvadoreñas.
Lo cientos de salvadoreños que respondieron a la llamada de Bukele agitaban pancartas y hacían sonar silbatos a las afueras del recinto oficial, mientras soldados y policías esperaban para protegerlos, según un testigo de Reuters.
"Estamos aquí en apoyo por la inseguridad que tenemos en nuestro país y los diputados no quieren ver eso, en el país la violencia está más fuerte y no quieren colaborar con el pueblo que un día les dio el voto", dijo a Reuters Adelma Campos, una ama de casa de 43 años.
Más tarde, Bukele hizo "un llamado al pueblo salvadoreño a mantener la calma ante los hechos ocurridos en la Asamblea Legislativa por la negativa de los diputados de asistir al Consejo de Ministros donde se discutiría el préstamo", según informó Presidencia en un comunicado.
Aunque los homicidios en El Salvador se redujeron en un 28% en 2019, las autoridades libran una batalla contra las pandillas llamadas "maras" que controlan los territorios en el empobrecido país centroamericano.