El fundador de Wikileaks fue arrestado este jueves por la policía británica y desalojado de la embajada ecuatoriana, después de que el país sudamericano puso fin a siete años de asilo, en una decisión que sus seguidores calificaron de ilegal.
Quito. El gato de Julian Assange, que acompañó por años al activista en la embajada ecuatoriana en Londres, fue puesto a salvo y retirado de la sede diplomática antes de que el fundador de Wikileaks fuera detenido por la policía británica.
“Por lo menos el gato se salvó. Sí fue entregado, no sé si a un amigo pero salió ya de la embajada, posiblemente semanas antes” de que se terminara el asilo, dijo el abogado del activista australiano, Carlos Poveda.
Assange fue arrestado este jueves por la policía británica y desalojado de la embajada ecuatoriana, después de que el país sudamericano puso fin de forma abrupta a siete años de asilo, en una decisión que sus seguidores calificaron de ilegal.
Al menos siete agentes sacaron de la embajada ecuatoriana a un alterado Assange, que presentaba un aspecto frágil, con el pelo y la barba blanca, mientras era conducido a una furgoneta policial.
Entre las reglas que Ecuador impuso el año pasado al asilo del fundador de Wikileaks, se especificaba que debía encargarse del bienestar, alimentación, aseo y cuidado de su mascota.
El arresto marca el final de uno de los giros más dramáticos en la agitada vida de Assange, pero sus seguidores sostuvieron que la revocación del asilo por parte de Ecuador es ilegal y temen que pueda acabar en Estados Unidos, que el mismo jueves presentó cargos de conspiración en su contra.
Para algunos, Assange es un héroe por exponer lo que los defensores consideran el abuso de poder por parte de los estados modernos y por defender la libertad de expresión. Pero para otros es un rebelde peligroso que ha socavado la seguridad de Estados Unidos.