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¿G-7 o G-5? Trump y Johnson añaden incertidumbre a la cumbre en Francia
Miércoles, Agosto 21, 2019 - 11:42

El presidente francés Emmanuel Macron, confía en lograr avances significativos en áreas donde se pueda presentar un frente unido. La reunión, que se prolongará desde este sábado al lunes, se centrará oficialmente en un asunto amplio como la reducción de la desigualdad.

París. Las insinuaciones para después del Brexit realizadas por Reino Unido al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podrían complicar aún más este fin de semana la búsqueda de puntos en común en una cumbre del G-7 de por sí ensombrecida por las tensiones comerciales con China, Irán y el cambio climático.

El anfitrión de la cumbre, el presidente francés Emmanuel Macron, ha puesto el listón muy bajo para que no se repita en Biarritz el fiasco del año pasado en Canadá, cuando Trump abandonó antes de tiempo la cumbre del Grupo de Siete, desbaratando el comunicado final.

Macron, ardiente europeísta y firme defensor de los lazos multilaterales, confía en lograr avances significativos en áreas donde se pueda presentar un frente unido. La reunión, que se prolongará desde este sábado al lunes, se centrará oficialmente en un asunto amplio como la reducción de la desigualdad.

En lo referente a otras cuestiones candentes, no habrá más remedio que estar de acuerdo en no estar de acuerdo cuando sea necesario.

"Tenemos que adaptar los formatos. No habrá un comunicado final, sino coaliciones, compromisos y seguimientos", dijo Macron. "Debemos asumir que, sobre ciertos temas, algún miembro del club podría no estar de acuerdo".

La cumbre del G7 agrupa a Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Japón, Alemania, Italia y Canadá, además de la presencia de la Unión Europea. Macron ha invitado también a los líderes de Australia, Burkina Faso, Chile, Egipto, India, Senegal, Ruanda y Sudáfrica para ampliar el debate sobre la desigualdad.

Asuntos difíciles. No obstante, las discusiones más duras están en otras partes, como la guerra comercial entre China y Estados Unidos, la tensión entre Washington y Teherán; el escaso entusiasmo mostrado por Trump a la iniciativa francesa de un impuesto universal a las multinacionales digitales como Google y Amazon y su rechazo a los esfuerzos para limitar las emisiones de carbono para ralentizar el cambio climático.

La crisis en Cachemira y las protestas callejeras en Hong Kong podrían ser abordadas también durante las conversaciones en la capital del surf de la costa atlántica francesa, donde serán desplegados unos 13.000 policías para impedir manifestaciones violentas antiglobalización.

"No hay duda de que hablaremos de cómo pueden afectar las fricciones comerciales a la economía global", dijo un funcionario gubernamental japonés. "Pero es difícil enviar mensajes al exterior, ya que no habrá comunicado".

Las tensas relaciones entre Estados Unidos y sus principales aliados implican que donde una vez había un acuerdo común, ahora se buscará el menor denominador común.

"No será productivo impulsar algo en lo que alguien -sea Estados Unidos u otro país- no esté de acuerdo", agregó el funcionario japonés.

Por si fuera poco, el primer ministro italiano renunció el martes, Canadá se encamina a unas elecciones, la influencia de la canciller alemana Angela Merkel se está desvaneciendo antes de su adiós y Londres está probablemente a punto de abandonar la UE o celebrar unas elecciones adelantadas.

Nitroglicerina política. Una de las mayores incógnitas es cómo se posicionará el primer ministro británico, Boris Johnson, en una cumbre que pondrá de manifiesto la existencia de un nuevo escenario a medida que la influencia británica en Europa disminuye, al tiempo que crece su dependencia de Estados Unidos.

 

A menos de tres meses de que el Reino Unido abandone la Unión Europea -algo que según Johnson tendrá lugar con o sin acuerdo de transición-, su gobierno ha intentado acercar posiciones con la Casa Blanca de Trump con vistas a futuros acuerdos comerciales.

Francois Heisbourg, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, dijo que la combinación de dos personalidades "que no son conocidas por su autocontrol" equivale a "nitroglicerina política". Según dijo, podría ser entretenido, "pero si se interponen en procesos más sustantivos, sería otra historia".

Los analistas creen que Johnson querrá evitar cruzarse con un volátil Trump y poner en riesgo los lazos comerciales, aunque también será precavido y no se aislará de otros líderes que tienen una visión más multilateral de la política mundial.

Un diplomático francés que pidió mantener su identidad en el anonimato, dijo que París tiene curiosidad por ver cómo se despliega la dinámica Trump-Johnson en Biarritz.

"A pesar del telón de fondo del Brexit, seguimos teniendo la sensación de que, cuando lleguen las crisis internacionales, el reflejo británico será recurrir primero a nosotros y los alemanes", señaló.

Autores

Reuters