El ministro de Interior, Víctor Pérez, dijo que el gobierno había hecho una oferta "seria y completa" de "mayor seguridad" a los manifestantes, que están en su quinto día de huelga contra la violencia en el sur del país y presionan para que se aprueben leyes sobre seguridad en el Congreso.
Santiago. El gobierno chileno amenazó este lunes con invocar una ley de seguridad del Estado para sancionar a camioneros en huelga luego de que se rompiera el diálogo entre las partes, en medio de una creciente preocupación por problemas en las cadenas de suministro.
El ministro de Interior, Víctor Pérez, dijo que el gobierno había hecho una oferta "seria y completa" de "mayor seguridad" a los manifestantes, que están en su quinto día de huelga contra la violencia en el sur del país y presionan para que se aprueben leyes sobre seguridad en el Congreso.
"Creemos que el rechazo a esta propuesta es un error, es una equivocación, puesto que ellos ofrecieron una manifestación pacífica que, lamentablemente, ha ido mutando a ciertos indicios de desabastecimiento y ciertos indicios de bloqueos de carreteras, cosas que habían prometido no realizar", afirmó, sin precisar detalles de la oferta.
Los camioneros, respaldados por algunos sindicatos agrícolas y madereros, protestan por un alza en los ataques a camiones de transporte y fábricas en los últimos meses en la sureña La Araucanía, una región marcada por mucho tiempo por un conflicto entre la etnia mapuche y el Estado.
La paralización está liderada por la Confederación Chilena del Transporte de Carga (CNTC), uno de los tres principales sindicatos de camioneros de Chile.
José Villagrán, vicepresidente de la CNTC, dijo el lunes a los medios locales que el gobierno había ofrecido "migajas" y que querían negociar con el propio ministro de Interior y no con sus funcionarios.
"Los camioneros no estamos para migajas, los camioneros trabajamos en la carretera, tenemos harto aguante, no sé si el Gobierno va a aguantar más", señaló.
El lunes, el ministro de Agricultura, Antonio Walker, dijo que dos de las 16 regiones del país experimentan problemas en la cadena de suministros, mientras que el acceso al central puerto de San Antonio, uno de los dos más grandes de la nación exportadora de frutas, salmón y cobre, era más lento.