El 54% cree que los conflictos entre autodefensas se debe a infiltración de Los Templarios; para 55% de los encuestados el gobierno federal debe apoyar a estos grupos.
Ciudad de México, Excelsior.com.mx. La detención del dirigente de autodefensas, Hipólito Mora, acusado por el asesinato de dos personas de una autodefensa rival, no modifica la postura de la población en favor de las policías comunitarias en Michoacán.
Ante la percepción de falta de avances sustantivos para devolver la seguridad en ese estado, estos grupos aún son aceptados por la opinión pública. Se cree que el gobierno de Enrique Peña Nieto debe apoyarlos, pese a que tienden a conocerse los problemas que han surgido entre algunos de ellos, según se observa en la más reciente encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior sobre el tema.
Medianamente se sabe del conflicto que surgió en el municipio michoacano de Buenavista entre grupos de autodefensa y de la detención del dirigente comunitario Hipólito Mora, acusado del asesinato de dos personas de una autodefensa rival (55%). Sin embargo, pese a estos hechos, la mayoría de la población (gráfico 1) sigue favoreciendo que la administración de Peña Nieto apoye a estos grupos (55%).
Se tiende a pensar (gráfico 2) que las cosas han empeorado en Michoacán en el último año (46%) y que poco se ha logrado para debilitar al cártel de Los Caballeros Templarios y para disminuir la violencia y los asesinatos, situación que justifica la permanencia de estas policías comunitarias.
La población presenta opiniones divididas sobre la razón por la que el gobierno federal ha permitido la permanencia de las autodefensas (gráfico 3). Para unos, las ha dejado actuar porque cree que están formadas auténticamente por ciudadanos y le han resultado útiles para combatir a Los Templarios (45%). Para otros, la razón es que el gobierno no quiso enfrentarse a ellas pues son numerosas (41%).
En cualquier caso, se cree que el gobierno debería exigir y forzar a las autodefensas a integrarse a los cuerpos rurales del Ejército (57%). Sobre el desarme de estos grupos, la mayoría apoya que se siga dejando que sus integrantes estén armados (52%). Para la opinión pública, poco ha avanzado el gobierno en el objetivo de capturar o eliminar a los líderes de Los Templarios (50%), condición que en enero impusieron los dirigentes de las autodefensas para dejar las armas.
Estos juicios sobre las guardias comunitarias en Michoacán se dan en un entorno de opinión donde estos grupos en general siguen siendo aceptados (acuerdo, 60%). La aprobación a la existencia de civiles organizados armados para castigar criminales se basa en justificar el hartazgo por la inefectividad de la autoridad para dar seguridad (54%) y no porque se crea que son un medio eficaz para resolver los problemas de delincuencia y evitar los abusos de autoridad.
Sobre la detención de Hipólito Mora y los conflictos entre autodefensas en Buenavista, se cree que esta pugna es una muestra de la desunión que hay entre las policías comunitarias (64%) y de la infiltración de miembros de Los Templarios en algunas de ellas (54%). Existe la percepción de que al gobierno se le están saliendo de control los problemas entre las autodefensas.
Las diferencias entre policías comunitarias no abonan a mejorar la impresión sobre la estrategia para estabilizar Michoacán. Así, comparado con lo registrado tras la captura de Joaquín El Chapo Guzmán, el reciente abatimiento del líder de Los Templarios, Nazario Moreno El Chayo, no incrementa el nivel de aprobación a la lucha anticrimen de la administración de Peña Nieto (51%) ni disminuye la percepción de falta de control del gobierno sobre las bandas delincuenciales (53%).