Estados Unidos ha estado enviando a territorio guatemalteco a cientos de solicitantes de asilo de nacionalidad hondureña y salvadoreña, bajo el convenio implementado en noviembre y que ahora está tratando de ampliar.
Ciudad de Guatemala.- El nuevo Gobierno de Guatemala está intentando limitar el número de migrantes extranjeros que Estados Unidos le envía bajo un acuerdo bilateral que en la práctica la convierte en un amortiguador de los reclamos de asilo al país norteamericano.
Estados Unidos ha estado enviando a territorio guatemalteco a cientos de solicitantes de asilo de nacionalidad hondureña y salvadoreña, bajo el convenio implementado en noviembre y que ahora está tratando de ampliar.
Sin embargo, la prioridad de Guatemala en las conversaciones con Washington es asegurarse de que el número de migrantes que son enviados de regreso a Centroamérica a diario no exceda su “muy limitada” capacidad de procesar las nuevas llegadas, dijo el vicecanciller, Eduardo Hernández, a Reuters.
“Solo tenemos una pista” de aterrizaje y un centro para la recepción de los migrantes que llegan por vía aérea como parte del acuerdo, dijo Hernández en una entrevista la semana pasada. El convenio “no puede superar la capacidad instalada”.
Tal y como está, el tratado es una de las medidas clave de la administración de Donald Trump para disminuir la migración irregular hacia Estados Unidos. El presidente estadounidense ha hecho de sus acciones para controlar este fenómeno uno de los argumentos para su reelección en 2020.
Conocido como Acuerdo de Cooperación de Asilo (ACA) y firmado por el anterior gobierno guatemalteco, el convenio es similar al de “tercer país seguro” existente entre Estados Unidos y Canadá, bajo el cual los solicitantes de asilo en territorio estadounidense que llegan por territorio canadiense deben solicitar refugió allí en lugar de hacerlo en el país de destino.
Los detractores del acuerdo y de otros similares suscritos por Estados Unidos con Honduras y El Salvador, dicen que esos países no ofrecen condiciones de seguridad adecuadas para proteger a los migrantes y que sus sistemas de asilo son demasiado rudimentarios.
Bajo el mandato del presidente Alejandro Giammattei, en el poder desde enero, el gobierno ha prometido dar más información sobre el tratado, que fue negociado a puertas cerradas por la anterior administración y del que salió a la luz pública solamente una parte.
Hernández dijo que el gobierno está trabajando con la administración de Estados Unidos para crear reglas de implementación claras sobre aspectos como cuántas familias con hijos acepta Guatemala, cuántos solicitantes de asilo recibe al día y la posible extensión del acuerdo a otras nacionalidades.
Guatemala busca “agregar un anexo, algo sencillo, sucinto, simple, directo, claro, que no diese espacio a interpretaciones”, dijo.
Inicialmente Estados Unidos accedió a incluir solo a personas adultas entre los migrantes enviados de regreso a Centroamérica, pero después el convenio se extendió en la práctica a familias con niños, dijo Hernández.
Casa de Migrante, una organización civil que funciona como refugio para recibir a los migrantes retornados, dijo que entre las personas incluidas en los envíos por los funcionarios estadounidenses hay mujeres embarazadas y menores con síntomas de estrés crónico.
Según datos del Instituto Guatemalteco de Migración, el 3 de marzo fueron retornados 789 migrantes, entre ellos 311 niños.
La administración Trump anunció el jueves que apartará para guatemaltecos, salvadoreños y hondureños unas 10,000 visas de trabajo temporales H2-B, en el marco de una ampliación de esos permisos.
La especificación de la nacionalidad es inusual en esos programas y parece ser un reconocimiento a los acuerdos de asilo.
El convenio suscrito con Honduras podría implementarse de forma inminente, según dijo el jueves el comisionado interino de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, Mark Morgan. Morgan añadió que su país continúa negociando el incremento de solicitantes de asilo recibidos por Guatemala.