El boliviano Henry Rojas mantiene la huelga de hambre en una iglesia de La Paz, a pesar que sus otros cuatro compañeros fueron desertando de esta medida de presión.
Un único detractor del presidente de Bolivia, Evo Morales, continúa en La Paz con una huelga de hambre que lleva 16 días y está “dispuesto a morir en defensa de la democracia y el referéndum”, que rechazó la reelección.
El boliviano Henry Rojas mantiene la huelga de hambre en una iglesia de La Paz, a pesar que sus otros cuatro compañeros fueron desertando de esta medida de presión. "Asumí la determinación de quedarme porque no se puede apagar esta llama de fuego que está encendida en la población que quiere defender la democracia y su voto", expresó el huelguista.
Rojas pasó estos días en una pequeña habitación donde está colgada una bandera boliviana y un cartel que dice "Viva Bolivia, morir antes que esclavos vivir", una frase del himno del país, además de un colchón en el piso donde descansa.
Morir, antes de presenciar "cáncer gubernamental”. "Prefiero morir en esta huelga de hambre antes de permitir que Evo Morales y Álvaro García Linera se enquisten en el poder como un cáncer por otros cinco años", aseguró Rojas.
Morales y García Linera, en el poder desde 2006, son los candidatos a presidente y vicepresidente, respectivamente, por el gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) para las primarias del próximo 27 de enero, previas a las elecciones generales de octubre de este año en Bolivia.
El boliviano señaló que "vale la pena cualquier sacrificio" por el bien de la democracia, la patria y el futuro del país. "Nos mantenemos firmes en la trinchera del ayuno y la protesta porque sin transparencia electoral, no hay legitimidad y sin legitimidad, no puede haber democracia", agregó.
Elección sin alternativas. Rojas exige que no haya primarias, que por primera vez se celebran en el país, porque considera que son un gasto inútil ya que los militantes de cada partido solo pueden votar un binomio a presidente y vicepresidente, sin candidaturas alternativas.
Asimismo, demanda la renuncia de los miembros del tribunal electoral y la abrogación de la ley de Organizaciones Políticas que instauró las primarias. El huelguista se moverá a la céntrica plaza Abaroa, cerca del Tribunal Supremo Electoral, para continuar con su medida de presión y manifestó que su salud está estable a pesar de padecer diabetes.
En diciembre pasado se instalaron unidades de huelga en al menos seis departamentos de Bolivia, pero actualmente solo quedan algunas reducidas en Sucre, con dos mujeres, Cochabamba y Pando. El mandatario boliviano ha manifestado que había infiltrados del MAS en los piquetes para saber cómo actúan y detectaron que los huelguistas comían en las noches e incluso que les pagan viáticos.
Un referéndum en 2016 negó a Morales una reforma de la Constitución para eliminar el límite de dos mandatos seguidos, pero el oficialismo logró en 2017 que el Tribunal Constitucional avalara la reelección indefinida, amparándose en un derecho que reconoce la Convención Americana de Derechos Humanos firmada por Bolivia.
El órgano electoral del país determinó que prevalece el fallo del Constitucional sobre el referéndum y habilitó la candidatura de Morales.