Según los agentes de la agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional, los 81 autos iban a ser enviados a Venezuela por una red de contrabando dirigida por el empresario venezolano Raúl Gorrín, acusado de blanqueo de capitales en un tribunal de Miami.
Miami. La agencia estadounidense de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) se incautó en Florida de 81 vehículos de lujo valorados en unos US$3,2 millones que iban a ser enviados a Venezuela en violación de las sanciones dictadas por Washington contra Caracas.
Según han contado los agentes del HSI al 'Miami Herald', los autos iban a ser enviados a Venezuela por una red de contrabando dirigida por el empresario venezolano Raúl Gorrín, acusado de blanqueo de capitales en un tribunal de Miami.
Gorrín es propietario del canal de televisión venezolano Globovisión y de la aseguradora Seguros La Vitalicia, Fue acusado en agosto del 2017 en la corte del Distrito Sur de Florida por violar las leyes anticorrupción de Estados Unidos, conspiración y blanqueo de capitales.
El magnate venezolano de la televisión, de 50 años, fue declarado fugitivo en septiembre de 2018 y su paradero sigue siendo incierto. A Gorrín se le señala además por presuntamente pagar bienes de lujo como propiedades, jets privados, caballos, relojes de alta gama y ropa de marca en calidad de sobornos.
"Esto es una gota en el océano", ha dicho el agente especial del HSI Anthony Salisbury al rotativo estadounidense, indicando que aún se desconoce cuántos coches habrían sido enviados a Venezuela por esta red, que Estados Unidos comenzó a investigar en primavera a raíz de un soplo desde Colombia.
"Estos autos eran para cleptócratas como Gorrín y sus asociados para que vivan sus vidas de millonarios mientras la gente de Venezuela se muere de hambre", ha aseverado Salisbury.
El agente ha explicado que estos autos servirían además para lavar dinero. "La cantidad de dinero que están lavando los cleptócratas venezolanas es asombrosa. Los narcotraficantes lavan cientos de millones de dólares, los cleptócratas venezolanos lavan miles de millones de dólares", ha contado.
Ante la interrogante de cómo Gorrín, sancionado por EE.UU., podría seguir teniendo tratos en ese país, la organización Transparencia Internacional publicó que se cree que el empresario venezolano usó compañías fantasmas y representantes registrados en Florida para hacer negocios. Además advierte que "no es el único".
TI expresa que casos como este, exponen una paradoja en el corazón del enfoque de Estados Unidos para combatir la cleptocracia global. "Si bien a menudo lidera las investigaciones y la aplicación de la ley internacional contra la corrupción, Estados Unidos sigue siendo la jurisdicción de secreto financiero elegida por muchos de los políticos corruptos del mundo", señala.
"Una razón importante para esto es que los EE.UU. no obligan a las empresas a revelar a sus 'beneficiarios reales', aquellos que realmente controlan y se benefician de las empresas", explica TI.
El operativo estadounidense fue celebrado por el autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó, quien asegura que lo ocurrido "es el retrato de un régimen en decadencia: protegen sus privilegios, compran vehículos de lujo y no respiradores".
Además, le ha servido para justificar el litigio en Reino Unido para controlar el oro del Banco Central de Venezuela depositado en el Banco de Inglaterra, que se ha resuelto a su favor. "Por esto protegimos el oro de las garras del régimen, para que no sigan robándose el dinero de los venezolanos", ha dicho.
*Con información de Europa Press, Transparencia Internacional y Reuters.