"Hago un llamado a los dirigentes a dialogar...", dijo el presidente ecuatoriano después de las protestas. La principal organización indígena dialogará "cuando se deroge el decreto".
Quito.- Las manifestaciones indígenas se tornaron en cada vez más violentos choques con la fuerzas de seguridad este viernes en Quito, tras lo que el presidente Lenín Moreno les planteó un diálogo cara a cara sobre su rechazo a los ajustes económicos pactados con el FMI.
"Es indispensable frenar la violencia; hay que encontrar soluciones", clamó Moreno después del llamado de la dirigencia indígena a radicalizar las acciones tras el fracaso de una primera tentativa de diálogo a instancias de la ONU y la Iglesia católica.
Los indígenas, sin embargo, rechazaron el ofrecimiento: "El diálogo que promulga carece de credibilidad", señaló en un comunicado la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), añadiendo que solo conversará con el gobierno "cuando se derogue" el decreto que eliminó los subsidios a los combustibles.
En un tono directo pero alejado del mensaje vehemente del pasado domingo, Moreno les dijo: "Hago un llamado a los dirigentes a dialogar directamente conmigo" antes de asegurar que "el país debe recuperar la calma". "Sentémonos para conversar, sentémonos a dialogar sobre el decreto 883, hablemos de a dónde deben dirigirse sus recursos, y asegurémonos de que vayan a quienes más lo necesitan", dijo Moreno en su breve mensaje a la nación difundido por cadena nacional.
Se trata de la primera vez que el presidente ecuatoriano ofrece a los indígenas hablar del decreto en sí, ya que hasta ahora solía ofrecer el diálogo, pero sin la disposición de revisar las disposiciones como la retirada del subsidio a los combustibles. "Que el país sepa que tenemos la voluntad de diálogo: ¡Pues aquí está la mía!", concluyó el mandatario su discurso en el que escenificó su mano tendida.
Refuerzos desde el Amazonas. Los indígenas, que representan el 25% de los 17,3 millones de ecuatorianos, son el sector más castigado por la pobreza y en su mayoría trabajan en el campo. Con la liberación de los precios de los combustibles, deben pagar más para el transporte de sus productos al tiempo que temen una inflación generalizada. Además, se quejan de otras de las medidas aprobadas, que afectarían, consideran, principalmente a los más pobres.
La declaración del mandatario ecuatoriano se produce en momentos de gran tensión en la capital, Quito, donde se han registrado intensos disturbios y la toma nuevamente por parte de manifestantes indígenas de la Asamblea Nacional. Este viernes en 17 de las 24 provincias se registraron cortes de carreteras, según el Sistema Integrado de Seguridad ECU911. Al mismo tiempo un millar de indígenas de la Amazonía -según la Conaie- llegó a Quito para sumarse a las protestas.
Desde Bélgica, donde vive desde que dejó el poder en 2017, el expresidente Correa llamó a la desobediencia a la fuerza pública. "No puede seguir reprimiendo a sus hermanos, protegiendo no a la patria sino a un gobierno acabado por su propia traición, mediocridad y entreguismo", dijo en un mensaje por redes sociales.