Lenín Moreno ha asegurado en declaraciones a los periodistas que no se plantea adelantar los comicios si su reforma suma un nuevo rechazo. "A no ser los correístas, nadie ha planteado la posibilidad de plantear elecciones", ha dicho.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, ha descartado que tenga previsto adelantar las elecciones si el Parlamento tumba de nuevo su reforma tributaria y ha apuntado que esta hipótesis solo interesa a los "correístas", a los que ha responsabilizado de la violencia durante las últimas protestas.
Moreno se vio forzado a enviar en noviembre una segunda versión de su reforma tributaria para tratar de lograr el visto bueno de la Asamblea Nacional y seguir avanzando en la senda de reducción del déficit, uno de los requisitos para que Ecuador siga recibiendo ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Moreno, que está de visita en Madrid con motivo de la cumbre contra el cambio climático de la ONU, ha asegurado en declaraciones a los periodistas que no se plantea adelantar los comicios si su reforma suma un nuevo rechazo. "A no ser los correístas, nadie ha planteado la posibilidad de plantear elecciones", ha dicho.
Es precisamente a los seguidores del expresidente Rafael Correa, de quien él fue su 'número dos', a quienes ha responsabilizado de la violencia desatada durante las protestas de octubre, iniciadas a raíz de la retirada del subsidio al combustible.
"Ahí hubo algo adicional", ha apuntado Moreno, en cuya opinión las manifestaciones indígenas "lastimosamente se vieron prostituidas por la intervención de grupos asalariados con otros propósito" y "dirigidos desde Venezuela". En este sentido, ha asegurado que querían "dar sensación de inestabilidad, de caos", para justificar la caída del Gobierno.
Según Moreno, entre los objetivos de la "pandilla" de Correa estaría "salvarse de los innumerables juicios". El mandatario ecuatoriano ha aludido como prueba al ataque perpetrado contra la Contraloría General, donde había "pruebas" que acreditarían las supuestas corruptelas.
No se arrepiente. Moreno ha afirmado que, aunque "siempre hay cosas que corregir", no se arrepiente de haber planteado la retirada del subsidio a los combustibles, ya que considera que se trata de una ayuda "perversa" que termina por favorecer a las grandes empresas y a los traficantes. Sí ha reconocido, no obstante, que pudo haber perdido el efecto en los "sectores populares".
Sobre la respuesta de las fuerzas de seguridad a las protestas, ha defendido que la Policía "ha aplicado de manera correcta el uso de la fuerza progresiva", si bien ha admitido que "es muy difícil" que en este tipo de movilizaciones "no haya excesos". "Lo estamos investigando", ha añadido Moreno.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos hizo público el viernes un informe en el que cuestiona precisamente el uso de la fuerza por parte de policías y militares durante las protestas, que se saldaron con al menos nueve muertos y unos 1.500 heridos.
Bolivia. Moreno ha reconocido que América Latina comparte un escenario de "falta de equiparación de oportunidades" y de "desigualdades" que subyace en las manifestaciones que han sacudido en los últimos meses varios países de la región. Se trata de un contexto que "no es de este momento", según Moreno, quien acto seguido ha recalcado que "los pueblos tienen derecho a manifestarse".
El mandatario ecuatoriano ha aludido de forma particular a Bolivia, para alinearse del lado de la actual presidenta interina, Jeanine Áñez. En este sentido, ha alabado "el nuevo rumbo democrático que está tomando Bolivia" tras la salida del poder de Evo Morales.
"¿Es un golpe de Estado hacer un fraude en las elecciones o es un golpe de Estado (...) estar convocando lo más pronto posible a elecciones con amplia observación de organismos internacionales?", ha planteado.