Con un avance del 98,7% en el cómputo de los votos distritales, el INE detalló que aunque el 97,7% respondió "sí" a la pregunta planteada, solamente votó el 7,06%, muy lejos del 40% necesario para que el resultado sea de obligada aplicación.
El presidente de México calificó este lunes como un "triunfo" la consulta popular de la víspera que él mismo impulsó para buscar enjuiciar a sus predecesores y que no logró suficiente participación para que el resultado sea vinculante, según datos difundidos por la autoridad electoral, INE.
Con un avance del 98,7% en el cómputo de los votos distritales, el INE detalló en su página web que aunque el 97,7% respondió "sí" a la pregunta planteada, solamente votó el 7,06%, muy lejos del 40% necesario para que el resultado sea de obligada aplicación.
"Esto no descarta la posibilidad de que haya juicios, la autoridad tiene en todo momento el derecho de actuar", dijo el lunes en su conferencia de prensa diaria el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien calificó la consulta un triunfo de la democracia pese a la magra votación.
El mandatario envió en septiembre de 2020 una solicitud al Senado, de mayoría oficialista, para consultar a la población si estaba de acuerdo o en contra de que se investigue y procese a Enrique Peña, Felipe Calderón, Vicente Fox, Ernesto Zedillo y Carlos Salinas, quienes gobernaron entre 1988 y 2018.
Los senadores remitieron la petición al máximo organismo judicial, que al mes siguiente la autorizó retocando la pregunta y dejándola ambigua y sin referencias directas a los exmandatarios.
La consulta pidió finalmente a los ciudadanos apoyar o rechazar "un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas".
Analistas críticos con la iniciativa y políticos opositores han visto en ella un pretexto del mandatario para mantener movilizado a su electorado, pues aducen que la posibilidad de enjuiciar a los exmandatarios es ya viable con el actual sistema de justicia.
López Obrador, que llegó al poder en diciembre de 2018, acusa a sus predecesores de corruptos, de agravar la desigualdad social y de heredarle un débil crecimiento económico y altos niveles violencia.