Desde hace varios días han sido publicados en redes sociales y medios de comunicación imágenes de comunidades pobres del país recibiendo paquetes con alimentos y productos de limpieza supuestamente de manos de organizaciones delictivas, en medio de la emergencia económica y social causada por el coronavirus.
Ciudad de México.- “Mejor bájenle” a la violencia, llamó el lunes el presidente de México a los grupos criminales que están entregando despensas con comida a la población, en medio de emergencia económica y social causada por el coronavirus, entre ellos la hija del famoso narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Desde hace varios días han sido publicados en redes sociales y medios de comunicación imágenes de comunidades pobres del país recibiendo paquetes con alimentos y productos de limpieza supuestamente de manos de organizaciones delictivas como el Cartel Jalisco Nueva Generación y el Cártel del Golfo.
Un reportero de Reuters visitó el almacén de la compañía “El Chapo 701”, dirigida por la hija del capo, Alejandrina, y vio cajas con un logo con la cara de “El Chapo”, llenas de papel higiénico, aceite, azúcar y arroz, y listas para ser distribuidas en la ciudad occidental de Guadalajara.
“Aprovecho para decirles a los que están en las organizaciones que se dedican a la delincuencia, que he estado viendo que reparten despensas, eso no ayuda, ayuda el que dejen sus malandronadas”, dijo el lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador en su rueda de prensa diaria sobre esas acciones.
“Mejor bájenle, y piensen en sus familias, en ustedes mismos”, regañó el gobernante a los delincuentes, a los que pidió mostrar amor al próximo, no hacer daño a los demás, no enfrentarse entre ellos y pensar en el sufrimiento que provocan a sus madres y las familias de sus víctimas.
La violencia en México persiste a pesar de las medidas de distanciamiento social del Gobierno para hacer frente al coronavirus, que ha causado hasta ahora 8.261 contagios y 686 fallecidos en el país. Marzo, el último mes del que hay datos oficiales, fue el más violento desde que López Obrador asumió el poder a fines de 2018.
El mandatario, conocido como AMLO, ha defendido una estrategia contra el crimen organizado que combina la acción de las fuerzas de seguridad con programas para solucionar los problemas de pobreza estructural en las zonas azotadas por la delincuencia.