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Los posibles miembros del gabinete de Rousseff
Lunes, Noviembre 1, 2010 - 21:38

Está previsto que la presidente electa escoja en las próximas semanas a algunos nombres claves en su círculo interno, luego de su victoria en las elecciones de este domingo 31 de octubre.

La presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, está previsto que escoja en las próximas semanas a algunos nombres familiares para su gabinete luego de su victoria en las elecciones de este domingo 31 de octubre.

A continuación, algunos nombres claves en su círculo interno que podrían recibir cargos en el Gabinete, según información de fuentes cercanas a Rousseff y analistas.

Antonio Palocci, legislador y jefe de campaña de Rousseff. Probable jefe de Gabinete, enlace político con el Congreso o ministro de Salud.

Palocci, un trotskista radical en su juventud, es ampliamente reconocido por ganar la confianza de los inversores y lograr la estabilidad de los mercados cuando fue ministro de Hacienda durante el primer año de la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva.
Un médico devenido en político, Palocci ayudó a fundar al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) en 1980.

Como alcalde en dos oportunidades de una ciudad de mediano tamaño en el estado de Sao Paulo, Palocci estuvo en la primera generación de políticos del PT en ganar experiencia ejecutiva. Aumentó sus credenciales administrativas como jefe de campaña de Lula en 2002.

Palocci, de 50 años, es visto como una de las figuras más pro mercado en el PT y ha impulsado una estricta disciplina fiscal. Existe alguna oposición dentro del partido a que él obtenga un puesto de poder, como el de jefe de Gabinete.

Una vez fue indicado como posible sucesor de Lula, pero fue forzado a renunciar como ministro de Hacienda en 2006 debido a un escándalo ético. Ha sido uno de los más cercanos asesores de Rousseff durante la campaña y a menudo se le ha visto aconsejándola tras bambalinas en debates por televisión.

Luciano Coutinho, Presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes). Indicado como probable ministro de Hacienda o presidente del Banco Central.

Nacido, al igual que Lula, en el mismo empobrecido estado de Pernambuco, en el noreste de Brasil, Coutinho se especializó como académico en economía industrial e internacional y fue profesor de Rousseff en la década de 1990, cuando ella realizó un postgrado.

Entre 1985 y 1988, fue secretario ejecutivo del Ministerio de Ciencia y Tecnología y participó en la estructuración del ministerio y la creación de políticas en áreas como biotecnología y tecnología de la información.

Coutinho, de 63 años, es visto como fiscalmente conservador y cree que el gasto ha estado subiendo demasiado rápido, aunque ha presidido un fuerte aumento en préstamos subsidiados por el estado del Bndes después de la crisis financiera global.

También ha manifestado su preocupación sobre el efecto de la apreciación del real en la industria brasileña y podría apoyar mayores restricciones a la entrada de capitales si la moneda sigue valorizándose.

Tiene un doctorado en economía de la Universidad de Cornell.

Paulo Bernardo, ministro de Planificación y Presupuesto. Señalado como posible jefe de Gabinete o ministro de Planificación.

Aunque tiene antecedentes políticos como líder estudiantil, sindicalista y posteriormente legislador del PT, es ampliamente visto como un tecnócrata y un pragmático.

Como funcionario del estatal Banco do Brasil se convirtió en activista sindical y posteriormente fue elegido para tres mandatos consecutivos en el Congreso.

Bernardo, de 58 años, no es considerado un peso pesado en el Gabinete de Lula y a menudo sigue la línea del ministro de Hacienda, Guido Mantega.

Guido Mantenga, ministro de Hacienda. Algunos creen que permanecerá en su cargo como ministro de Hacienda, aunque otros apuntan a que Rousseff va a querer una nueva cara para liderar a su equipo económico.

Defensor durante largo tiempo de un mayor gasto en desarrollo en Brasil, Mantega presidió el rápido rebote económico del país tras la crisis financiera global.

Durante su mandato, el Ministerio de Hacienda tomó una serie de medidas para levantar rápidamente a la mayor economía de Latinoamérica de la recesión, reduciendo impuestos para industrias claves en la medida en que el Tesoro Nacional prestó miles de millones de dólares al Bndes.

Mantega, de 61 años, ha discrepado públicamente en el pasado con el Banco Central por el nivel de las tasas de interés de Brasil, unas de las más altas del mundo.

Más recientemente, ha estado en la primera línea de los esfuerzos de Brasil por contener la apreciación de su moneda y ha instado a otros países a adoptar una acción coordinada contra la debilidad del dólar.

Ocupó titulares mundiales al decir que el mundo se encontraba en una "guerra cambiaria internacional".

Miembro del Partido de los Trabajadores desde hace años, realizó grandes esfuerzos para convencer a los inversores de que estaba comprometido con las austeras políticas económicas y fiscales defendidas por su predecesor, Palocci.

Henrique Meirelles, Presidente del Banco Central. Visto como posible ministro de Minas y Energía, o para desempeñar un potencial nuevo rol como el zar de la infraestructura de Brasil.

Algunos dicen que podría ser difícil para él ganar el apoyo para ocupar un cargo de alto perfil porque se unió al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de la coalición gobernante, sólo recientemente.

Meirelles, que ha sido el presidente de Brasil con más tiempo en el cargo, ha logrado mantener contenidas las presiones sobre los precios persiguiendo agresivamente una meta de inflación.

Por momentos ha resistido la presión del Ministerio de Hacienda y de otros para bajar las tasas de interés, adoptando consistentemente un enfoque más conservador de política monetaria.

Sus aspiraciones políticas provocaron preocupación respecto a la dirección que tomaría la política monetaria este año, puesto que ha sido reconocido ampliamente por haber ayudado exitosamente a Brasil a solventar la peor crisis económica mundial en décadas.

Meirelles, de 65 años, proviene del sector privado, donde fue presidente de BankBoston entre 1996 y 1999. Podría mantenerse al frente del Banco Central durante el período de transición, pero no es probable que siga en el cargo durante mucho tiempo más.

Alexandre Tombini, director de regulación en el Banco Central. Es otro nombre que ha estado flotando como potencial presidente del Banco Central.

Tombini, director de regulación financiera en el Banco Central, es un experimentado luchador contra la inflación quien no cedería a presiones políticas y más bien continuaría con una política monetaria conservadora

Ayudó a establecer el régimen para la búsqueda de una meta inflacionaria, el cual fue adoptado por Brasil en 1999.
Tombini, de 46 años, también ha sido el director del departamento de asuntos externos del Banco Central y del departamento de estudios especiales. Previamente trabajó en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el Ministerio de Hacienda de Brasil.

Tiene un doctorado en economía de la Universidad de Illinois.

Nelson Barbosa, secretario de Política Económica. Visto para un rol clave en el equipo económico o posiblemente como presidente del Banco Central.

Una estrella en ascenso y principal asesor del ministro de Hacienda sobre política económica, Barbosa es cercano a Rousseff y también ayudó a Lula durante su campaña presidencial del 2006.

Ha apoyado el plan de Lula para reformar leyes petroleras que regulan las enormes reservas de crudo costa afuera y un popular programa para construir viviendas sociales.

Barbosa, de 40 años, también estuvo involucrado en el enorme programa de infraestructura de Brasil conocido como PAC, que fue administrado por Rousseff durante su período como jefa de Gabinete de Lula.

Llamó a una política fiscal más flexible durante la crisis financiera global y ha criticado al Banco Central por no rebajar más agresivamente las tasas de interés.

Barbosa ha dicho que las tasas reales de interés en Brasil podrían caer a un 2 por ciento en los próximos cuatro años sin poner en riesgo a la economía. La tasa de interés real, o la tasa de interés base del Banco Central menos la inflación, es actualmente de un 6,25% en Brasil.

Barbosa tiene un doctorado en economía de la New School for Social Research, en Nueva York.

Autores

Reuters