Los manifestantes portaban pancartas reivindicando una amplia diversidad de causas, pero sus mensajes se dirigieron con firmeza a los líderes de Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá, Japón e Italia.
Hendaya. Miles de manifestantes ecologistas y antiglobalización se unieron este sábado a los chalecos amarillos franceses y a los separatistas vascos cerca de la localidad costera francesa de Biarritz, para exigir la acción del G-7 y de otros líderes mundiales que allí reunidos.
Los manifestantes se reunieron en la cercana ciudad de Hendaya, en la frontera francesa con España, para protestar contra las políticas económicas y medioambientales de las principales naciones industriales del mundo y para promover alternativas.
"Los principales líderes capitalistas están aquí y tenemos que demostrarles que la lucha continúa", dijo Alain Missana, de 48 años, un electricista vestido con un chaleco amarillo, símbolo de las manifestaciones antigubernamentales que se han llevado a cabo en Francia durante meses.
"Hay más dinero para los ricos y nada para los pobres. Estamos viendo los bosques amazónicos en llamas y el derretimiento del Ártico. Los líderes nos escucharán", dijo.
Los manifestantes portaban pancartas reivindicando una amplia diversidad de causas que van desde los derechos de los homosexuales hasta Palestina, pero sus mensajes se dirigieron con firmeza a los líderes de Estados Unidos, Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá, Japón e Italia, que el sábado estaban a punto de iniciar una ronda de conversaciones de tres días.
"No al G-7. Por un mundo distinto", decía una pancarta. "Jefes de estado, la Amazonia está ardiendo. Actuad ya", se leía en otro.
Los manifestantes marcharon bajo un cielo azul cerúleo desde Hendaya hasta la ciudad española de Irún, a unos 30 kilómetros al sur de Biarritz, que acoge la cumbre del G-7.
Más de 13.000 agentes de policía, respaldados por soldados, están vigilando la sede de la cumbre en Biarritz. La policía temía que grupos anarquistas hubieran intentado sublevar la protesta del sábado, que ha sido calificada como un acontecimiento pacífico de carácter familiar.