La medida de Estados Unidos llamada "deportación acelerada", se aplica a familias que no han solicitado asilo en Estados Unidos o que no califican, y se produce cuando las detenciones fronterizas en los últimos meses han aumentado a niveles máximos en 20 años.
Guatemala ha comenzado a recibir vuelos de inmigrantes indocumentados enviados desde Estados Unidos bajo una nueva política que permite expulsiones aceleradas de algunas familias en la frontera entre Estados Unidos y México, dijeron autoridades guatemaltecas y estadounidenses.
La medida anunciada por funcionarios estadounidenses la semana pasada, llamada "deportación acelerada", se aplica a familias que no han solicitado asilo en Estados Unidos o que no califican, y se produce cuando las detenciones fronterizas en los últimos meses han aumentado a niveles máximos en 20 años.
Un vuelo procedente de Brownsville, Texas, llegó a Guatemala el miércoles con 16 familias compuestas por 50 personas, incluidos varios niños pequeños que se bajaron del avión en brazos de sus padres.
Entre los pasajeros se encontraba Marvin Santos, de 25 años y que había viajado a Estados Unidos con su esposa y su hija de 5 años, con la esperanza de encontrarse con familiares que ya estaban en Estados Unidos y encontrar una vida mejor.
El viaje le costó alrededor de US$ 11.600 que pagó a un traficante de indocumentados y que financió vendiendo su motocicleta y otras pertenencias, además de obtener un préstamo bancario, dijo.
Una vez que su familia cruzó a Estados Unidos, fueron detenidos. En una semana, se les hizo una prueba de COVID-19 y se les dijo que los enviarían de regreso a su país. "Nos pusimos a llorar porque no era ese el plan que teníamos (...) aquí prácticamente no tenemos nada, vendimos todo", dijo Santos en una entrevista poco después de bajar del avión, mientras su esposa lloraba a su lado.
Los vuelos de regreso de familias a Guatemala comenzaron el viernes con 83 personas de Alexandria, Louisiana, y continuaron el lunes con 34 personas de Brownsville, Texas.
"El mensaje es claro: que no migren. Aquí en Guatemala el gobierno se está preocupando por ellos", dijo Manuel Rodríguez, director del Instituto Guatemalteco de Migración, luego de que el tercer vuelo aterrizara el miércoles.
La nueva política de expulsión rápida, que también ha comenzado para los migrantes salvadoreños y hondureños, se produce después de que la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, visitara Guatemala en junio y les dijera a los migrantes: "no vengan".