La Organización de Estados Americanos (OEA) condenó "enérgicamente" los "actos de violencia" en Quito y pidió a los actores políticos y sociales "resuelvan sus diferencias por la vía pacífica y con el máximo respeto al Estado de Derecho democrático".
Quito. La Organización de Estados Americanos (OEA) expresó este martes su preocupación por la crisis política en Ecuador, instando a las partes a emprender un diálogo para "resolver sus diferencias por la vía pacífica" y advirtiendo en contra de "cualquier forma de interrupción" del Gobierno de Lenín Moreno.
"La Secretaría General de la OEA hace un llamado al diálogo para que los actores políticos y sociales resuelvan sus diferencias por la vía pacífica y con el máximo respeto al Estado de Derecho democrático", dijo la oficina de Luis Almagro en un comunicado.
El bloque hemisférico recordó que "la libertad de expresión y de protesta pacífica son derechos fundamentales protegidos por la normativa interamericana" que el Gobierno ecuatoriana tiene el "deber" de garantizar.
Sin embargo, consideró "injustificable" que "algunos actores los conviertan en un derecho a la violencia, al saqueo y al vandalismo". En este sentido, condenó "enérgicamente" los "actos de violencia" en Quito, mencionando en concreto el secuestro de policías y militares, los ataques a ambulancias y los saqueos.
La OEA rechazó de forma específica "cualquier forma de interrupción" del Gobierno de Moreno, anticipándose a un eventual golpe de Estado. "La Secretaría General considera fundamental que todas las partes respeten el término constitucional por el que fue electo el presidente", subrayó.
Moreno denunció este lunes, en un mensaje dirigido a la nación, que el ex presidente Rafael Correa --otrora su aliado-- y el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, pretenden perpetrar un "golpe de Estado" contra su Gobierno. "Los golpistas son ellos", contestó Correa.
El Sistema de Naciones Unidas en Ecuador ya expresó este lunes "su preocupación por la escalada de violencia" en el país, instando igualmente "a todos los actores a mantener la calma y buscar consensos a través de un diálogo inclusivo y efectivo que permita continuar construyendo una cultura de paz en Ecuador".
Además, la ONU manifestó "su disposición a acompañar a los actores en la búsqueda de acuerdos que favorezcan a la sociedad en su conjunto". Este martes, el Gobierno ha pedido dicho acompañamiento para favorecer "el retorno a la paz social y entendimientos dentro del país".
Estado de excepción. Las protestas contra Moreno arrancaron el pasado jueves contra la retirada del subsidio al combustible, que forma parte del conocido ya como "paquetazo", el plan de ajuste exigido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En estos días, una persona ha muerto, decenas han resultado heridas, entre ellas una grave, y más de 500 han sido detenidas, la mayoría por "actos vandálicos", a causa de los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
Moreno declaró el estado de excepción, que en un principio estaba pensado para 60 días, si bien el Tribunal Constitucional lo ha reducido a 30, ha trasladado el Gobierno de Quito a Guayaquil y ha suspendido las clases en todo el país.
Ecuador amaneció este martes preparado para nuevas protestas. Instituciones como la Fiscalía o la Procuraduría han enviado a sus trabajadores a casa, mientras que las autoridades municipales de Quito, Guayaquil o Pichincha han suspendido todos los actos públicos. El Palacio de Carondelet, sede del Gobierno, permanece fuertemente custodiado por las Fuerzas Armadas.
En plena escalada de tensión, Moreno ofreció diálogo a los manifestantes, aunque aclarando que no anulará el decreto ejecutivo que elimina el subsidio a la gasolina y al diésel. Una marcha indígena que ha partido de distintos puntos de Ecuador ha confluido este martes en Quito con la intención de protagonizar este miércoles una gran protesta que termine de persuadir al Gobierno.