La ministra de Interior, María Paula Romo, subrayó que la primera víctima mortal registrada en el marco de las protestas "no fue resultado de un enfrentamiento con la Fuerza Pública".
Una persona ha muerto y un total de 477 han sido detenidas en el marco de las protestas que estallaron la semana pasada en Ecuador contra la reforma económica del Gobierno de Lenín Moreno.
Un hombre fue atropellado el domingo en la carretera que une las localidades de Cuenca y Molleturo, en la provincia de Azuay (sur), "por un vehículo que aparentemente huía del lugar al ser agredido por comuneros que mantienen bloqueada la vía publica". El hombre, de unos 35 años, falleció, según ha informado la Comisión de Tránsito de Ecuador en un comunicado.
La ministra de Interior, María Paula Romo, ha subrayado que esta primera víctima mortal "no fue resultado de un enfrentamiento con la Fuerza Pública". "No hemos tenido ni una sola persona muerta como resultado de los enfrentamientos" entre manifestantes y uniformados, ha destacado en una entrevista concedida a Ecuador TV.
No obstante, sí ha reconocido "personas heridas -ciudadanos civiles, policías y militares-". El caso más grave es el de una persona que "tuvo una afectación en uno de sus ojos", si bien el resto han sido atendidas con normalidad en los centros sanitarios, ha apuntado.
Además, ha actualizado el balance de detenidos, que ha subido a 477. La mayor parte, ha precisado, han sido arrestados por "actos vandálicos". "De cada persona detenida tenemos un registro del lugar, hora, día, nombre, número de cédula e incluso una foto", ha apostillado.
Romo ha defendido la actuación de la Policía, asegurando que ha actuado conforme a "sus reglas", aunque al mismo tiempo ha garantizado que "si existe algún caso en el que se actúe por fuera de esto en su momento será revisado".
En la misma línea, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, ha ratificado que "la Policía y las Fuerzas Armadas tienen el respaldo absoluto del Gobierno para el cumplimiento de sus funciones con la finalidad de mantener el orden público y garantizar los derechos de la población".
Ola de protestas. Ecuador vivió el pasado jueves los peores disturbios en años con manifestantes encapuchados lanzando piedras y otros objetos contundentes a la Policía, que respondió con gases lacrimógenos. La jornada se saldó con 275 detenidos y 28 agentes heridos.
En respuesta, el presidente ecuatoriano declaró el estado de excepción, que estará vigente 60 días durante los cuales se restringirán algunos derechos y libertades fundamentales.
Pese a ello, las protestas han continuado y la mayor organización indígena de Ecuador ha declarado su propio estado de excepción por la "brutalidad" de la represión.
Moreno ha ofrecido diálogo a los manifestantes pero ha aclarado que no dará marcha atrás en la reforma económica, cuyo punto más controvertido es la eliminación de las ayudas al consumo de combustible. El llamado 'paquetazo' forma parte de los ajustes exigidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI).