Si bien el partido oficialista, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), conservó los distritos más poblados de la urbe, incluidos Iztapalapa y Gustavo A. Madero, perdió nueve de las 16 alcaldías en que se divide la capital.
Ciudad de México. La enorme Ciudad de México ha sido un bastión clave para el presidente Andrés Manuel López Obrador desde que gobernó la capital hace años, pero los votantes otorgaron importantes victorias a la oposición en los comicios intermedios del domingo, según los resultados preliminares.
El partido del mandatario y sus aliados políticos se enfilaban el lunes a conservar la mayoría simple en la cámara baja, de acuerdo con las cifras; sin embargo, en las elecciones para autoridades locales de la metrópoli no les fue tan bien.
Si bien su partido, Movimiento Regeneración Nacional (Morena), conservó los distritos más poblados de la urbe, incluidos Iztapalapa y Gustavo A. Madero, perdió nueve de las 16 alcaldías en que se divide la capital.
López Obrador culpó el avance de la oposición a la cobertura hostil de la prensa. "Hay que tener en cuenta que aquí hay más bombardeo de medios de información", dijo en su habitual conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
El mandatario suele atacar con dureza a los medios de comunicación tildándolos de elitistas, "corruptos" y "mafiosos" cuando publican noticias que cuestionan sus políticas.
López Obrador construyó su base de poder en la capital cuando se desempeñó como alcalde de 2000 a 2005, y su partido ganó 12 de las alcaldías de la urbe cuando llegó a la presidencia del país hace tres años en una abrumadora victoria electoral.
Pero los opositores Partido Acción Nacional (PAN), Partido Revolucionario Institucional (PRI), y Partido de la Revolución Democrática (PRD) lograron capitalizar el descontento de muchos hacia su gestión el domingo, gracias a una alianza para contrarrestar a los candidatos de Morena.
En la delegación Cuauhtémoc, la aspirante oficialista, Dolores Padierna, quien alguna vez estuvo afiliada al PRD, se ubicaba un 10% abajo de su rival de la coalición, Sandra Cuevas. No obstante, se aferraba el domingo por la noche a las esperanzas desvanecidas de un cambio de rumbo en el conteo. "¡Ganamos!", decía.