Este proceso de diálogo se desarrolla bajo el auspicio de la Conferencia Episcopal Boliviana y con el acompañamiento de la Unión Europea, España y la ONU, según cuentan medios locales.
La Paz. El Gobierno liderado por la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Añez, y el partido de Evo Morales, Movimiento al Socialismo (MAS), han iniciado un diálogo para pacificar el país y convocar nuevas elecciones, ha informado el diario local 'Página Siete'.
Este proceso de diálogo se desarrolla bajo el auspicio de la Conferencia Episcopal Boliviana y con el acompañamiento de la Unión Europea, España y la ONU, según cuenta el rotativo local, que destaca que los "acercamientos" tienen lugar desde el miércoles.
Fuentes diplomáticas han indicado que en la mesa del diálogo participan importantes parlamentarios del MAS. El ministro de Presidencia, Jerjes Justiniano, ha confirmado que hay conversaciones con asambleístas del MAS. "Estamos en una mesa de diálogo. Estamos conversando. Creemos que es posible pacificar el país", ha dicho expresó Justiniano.
El ministro de Presidencia de Bolivia ha dicho que el MAS ha puesto tres condiciones para el diálogo: una ley para que no haya persecución política a sus partidarios, salvoconductos para sus dirigentes y que el expresidente Evo Morales "vuelva al país".
"Si quieren una ley que les garantice que no haya una persecución política, no tenemos inconveniente", ha afirmado, antes de puntualizar que una cosa es persecución política y otra la persecución judicial. Sobre la segunda condición, la de los salvoconductos, ha contestado que le parece "perfecto".
Justiniano ha dicho, asimismo, que no tiene problema en que regrese y que "es un ciudadano más". "Es el expresidente", ha añadido, antes de lamentar las declaraciones "incendiarias" del anterior mandatario. Fuentes diplomáticas han explicado que el mediador de la ONU, Jean Arnault, se sumará a la iniciativa de diálogo entre el Gobierno y el MAS, auspiciada por la Unión Europea, España, y la Iglesia Católica.
Según 'Página Siete', la apuesta del Ejecutivo boliviano es que la solución a la crisis se dé a través de la convocatoria a elecciones y la renovación del Tribunal Supremo Electoral, ambas consensuadas con legisladores del MAS. Si el partido de Morales no estuviera dispuesto a un acuerdo, el Gobierno estudiaría la posibilidad de apoyarse en jurisprudencia y recurrir a decretos.
El jueves por la mañana, la presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, dejó claro que Morales "no está habilitado para un cuarto mandato", razón por la que justificó que no pueda presentarse en los próximos comicios. La mandataria provisional dijo, sin embargo, que el MAS "tiene derecho de participar" en las próximas elecciones.
El candidato presidencial del partido opositor Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, ha ratificado su respaldo a la presidenta transitoria, de quien ha dicho que lidera "un proceso de transición histórica". Mesa ha dicho que su respaldo a Añez no quiere decir que el frente que lidera participe en el Ejecutivo.
Mesa ha dejado claro que su formación participará en las próximas elecciones tras haberse visto afectada por un "robo descarado" en las presidenciales. "El fraude electoral es un delito que está contemplado en la ley electoral. El señor Morales es autor de un grave delito que es pasible a una sanción penal y el fraude ha sido cometido contra el país, pero en particular contra mí, contra CC", ha señalado.