El presidente de Chile, Sebastián Piñera, en entrevista con la BBC, reconoció que tiene responsabilidad en la crisis que vive el país desde mediados de octubre, aunque recordó que “no es el único”.
Santiago. Tras más de dos semanas de protestas, el presidente Sebastián Piñera concedió su primera entrevista a un medio de comunicación, conversación en la cual enfatizó que no dejará su cargo. Allí también reconoció que tiene “parte” de responsabilidad en la crisis, aunque recordó que “no es el único”.
Consultado por BBC News si piensa dar un paso al costado, el Mandatario dijo “no”, pero evitó referirse a ello en más profundidad y cambió el tema.
“Déjeme decirle algo acerca de Chile”, prosiguió Piñera. “Hace 30 años recuperamos nuestra democracia de manera ejemplar. A partir de ahí hemos sido capaces de reducir la pobreza de 65% a 8%. Esa es una historia de éxito, pero todo cambió hace dos semanas y espero que sea para mejor”, admitió.
Tras ello, Piñera aseguró que en las últimas semanas el país ha vivido “dos fenómenos de naturaleza muy distinta”.
“Primero, y eso fue absolutamente inesperado, una gran ola de destrucción, violencia, que algunas personas ejecutaron de una manera muy organizada. Esa violencia no puede ser aceptada, no está dentro de la Ley”, aseveró.
En esa línea fundamentó su decisión de decretar Estado de Excepción Constitucional de Emergencia.
“Tuvimos que usar una herramienta democrática y constitucional para restaurar el orden público y proteger a nuestros ciudadanos. Otra historia muy diferente son las manifestaciones y protestas pacíficas”, añadió.
Bajo el Estado de Emergencia, que solo puede ser invocado por el jefe de Estado de turno, las Fuerzas Armadas y de Orden quedan a cargo de la seguridad pública en la zona que el Gobernante estime conveniente.
En esta oportunidad, aquello derivó en toques de queda y uso excesivo de la fuerza por parte de militares y Carabineros, lo que gatilló el envío de personal ONU para constatar en terreno la situación de los Derechos Humanos.
Al respecto, Piñera señaló que “hay muchas quejas de posible uso excesivo de la fuerza e incluso crímenes. Si ocurrió, le garantizo que eso será investigado por la Fiscalía y juzgado por nuestro sistema judicial. No habrá impunidad”.
“No soy el único”. Actualmente, Piñera navega por aguas intranquilas. La crisis parece arreciar y su aprobación no para de caer. Si hace una semana Cadem arrojó 14% de apoyo, el resultado publicado el lunes 4 de noviembre significó otra estocada.
Pese a que fue solo un 1% menos, aquella cifra lo convirtió en el Presidente con menos apoyo en la historia, al menos desde que se tiene registros.
Al ser consultado por ello y sobre si cree ser la persona idónea para llevar adelante los cambios que la calle pide, Piñera respondió afirmativamente.
“Yo tengo fe porque mi deber como Presidente, y juro que lo cumpliré, es mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos”, respondió Piñera.
Sumado a ello, desestimó las críticas a los cambios que ha ejecutado tras la crisis.
“A ver, un momento, siempre habrá gente que (dirá que) cualquier cosa que hacemos no es suficiente y que todo es cosmético”, partió.
“¿Cómo puede ser cosmético cuando estamos haciendo cosas que no se habían hecho en Chile? Estos problemas se han estado acumulando por los últimos 30 años… (periodista) y usted es responsable de algunos de ellos… soy responsable de parte de ellos. Lo asumo, pero no soy el único”, agregó el jefe de Estado.
“Lo que es importante ahora es cómo reaccionaremos como sociedad a lo que la gente está pidiendo”, finalizó.
Nueva Constitución e impeachment. Lo anterior fue parte de la entrevista divulgada por BBC News. No obstante, BBC Mundo publicó otro extracto de la conversación que tomó lugar en el Palacio de La Moneda.
En ese artículo, Piñera indicó que como salida a la crisis quiere “lograr un acuerdo, escuchar a la ciudadanía con atención y humildad. Ponernos de acuerdo en el mundo de la política”.
“A nosotros nos cuesta mucho impulsar la agenda legislativa en el parlamento porque tenemos minoría y nos bloquean muchos de los proyectos de ley”, lamentó.
Tras ello fue que recordó la agenda social de 10 puntos que propuso, y que poco ha hecho para calmar el clamor popular, y señaló que como administración están “dispuestos a conversarlo todo, incluyendo una reforma a la Constitución”.
Pese a ello, prefirió evitar discutir la idea de la asamblea constituyente, otra de las demandas populares.
“Hay que partir por ponernos de acuerdo en qué queremos, qué cambios queremos introducirle a la Constitución”, dijo.
“Hay algunos a los que no les importa nada el fondo, lo único que quieren es el método. Y yo digo que en una democracia como la chilena hay una instancia para discutir las reformas constitucionales y esa instancia es el Congreso. Y el Congreso podrá decidir el camino a seguir”, explicó.
Ante la pregunta del citado medio de habla hispana sobre si se arrepiente de la forma en la cual ha manejado la crisis, Piñera nuevamente esquivó dar una respuesta clara y dejó los análisis para el futuro.
“En las últimas dos semanas solo he tenido tiempo para tratar de resolver el problema, para tratar de encontrar la manera de restaurar el orden público, para proteger la seguridad de nuestros ciudadanos, para escuchar lo que dicen y construir una agenda social. Después de resolver este problema, tenemos todo el tiempo del mundo para ver qué podríamos haber hecho mejor”, avizoró.
A modo de finalizar la entrevista, Piñera aseguró que de todos modos cumplirá a cabalidad con su segundo mandato y adelantó que, a su parecer, la idea de levantar un juicio político en su contra no prosperará.
“Por supuesto que voy a llegar al fin de mi gobierno. Fui elegido democráticamente por una enorme mayoría de chilenos y tengo un deber y compromiso con esos que me eligieron y con todos los chilenos”, recordó.
“Si alguien quiere hacer una acusación constitucional está en su derecho, pero yo estoy absolutamente seguro que ninguna de ese tipo de acusaciones va a prosperar porque la solución en democracia es respetar las reglas de la democracia y no atentar contra la democracia pretendiendo desestabilizar a un gobierno que ganó las elecciones legítimamente y por una amplia mayoría”, finalizó Piñera, de acuerdo al artículo de BBC Mundo.