El jefe de la diplomacia estadounidense se reunirá inicialmente con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, y posteriormente será recibidos por el presidente ruso, Vladímir Putin.
Sochi. El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, llegó este martes a Rusia en su primera visita en el cargo para hablar de la situación en Venezuela, donde Washington y Moscú mantienen posiciones enfrentadas, y el agravamiento de la crisis nuclear iraní, en otros asuntos.
Pompeo, que inicialmente tenía previsto llegar a Moscú este lunes canceló a última hora la visita a la capital rusa para compartir con socios europeos en Bruselas información sobre la "creciente amenaza" que supone Irán, según informó el Departamento de Estado.
El jefe de la diplomacia estadounidense irá directamente al balneario ruso de Sochi, a orillas del mar Negro, donde se reunirá con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. Tras las conversaciones, Pompeo y Lavrov, serán recibidos por el presidente ruso, Vladímir Putin.
"El presidente los recibirá y será informado de los resultados de las negociaciones", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Además de la situación en Venezuela y la crisis nuclear iraní, el otro gran tema de la agenda es el control de armas después de que EE.UU. anunciara sus planes de revisar los tratados de desarme estratégico que datan de la Guerra Fría, en algunos casos para incluir a China.
Pompeo y Lavrov hablarán de la prórroga del Nuevo START, el tratado que limita el armamento estratégico ofensivo y expira en 2021, que según los expertos adquiere vital importancia debido a abandono por EE.UU. y Rusia del tratado INF, de eliminación de misiles de mediano y corto alcance.
Según varios medios rusos, entre ellos el periódico Kommersant, no se descarta que en las consultas de Sochi se aborde la posibilidad de una reunión entre el presidente ruso y su homólogo estadounidense, Donald Trump, que podría tener lugar en junio próximo durante la cumbre del G20 en Osaka (Japón).
Pompeo comparte con los países europeos informes sobre la "amenaza" de Irán. El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, compartió este lunes con países europeos información de inteligencia sobre la "amenaza creciente" que, a juicio de Washington, supone Irán.
Pompeo "siempre ha sido diligente en compartir información con nuestros aliados sobre amenazas para la paz y la seguridad. Irán es una amenaza creciente y esta parecía una visita oportuna de camino a Sochi", explicó el representante especial para Irán de EEUU, Brian Hook, a periodistas en Bruselas, indicó en su web el Departamento de Estado.
Hook explicó así el cambio de última hora de Pompeo, que este lunes incluyó una visita Bruselas en su viaje previsto a Rusia.
El jefe de la diplomacia estadounidense mantuvo reuniones bilaterales con los ministros de Francia, Alemania y el Reino Unido, así como con la alta representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini.
Pompeo también mantuvo un encuentro con el secretario general de la Alianza Atlántica (OTAN), Jens Stoltenberg.
"Irán fue, creo, el principal objetivo de estas reuniones bilaterales", detalló Hook, al explicar que en los encuentros también se habló de Venezuela, Ucrania, Siria e Irak.
La UE, por su parte, pidió a Pompeo "máxima contención y evitar cualquier escalada del lado militar" con Irán, según explicó Mogherini este lunes al término de un Consejo de ministros de Exteriores en Bruselas.
En la última semana, EE.UU. ha enviado al golfo Pérsico el buque de asalto anfibio USS Arlington, misiles Patriot, el portaaviones USS Abraham Lincoln y bombarderos, tras denunciar que había detectado "indicios" de planes ofensivos iraníes contra sus fuerzas en Oriente Medio.
Precisamente este lunes, el presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió a Irán de que "sufrirá mucho" si actúa contra los intereses de Estados Unidos, en un momento de fuertes tensiones entre ambos países y de roces entre Teherán y sus vecinos en el golfo Pérsico.
"Si hacen algo, será un error muy grave. Será un problema muy malo para Irán si ocurre algo, eso puedo decírselo. No van a estar contentos", dijo Trump al ser preguntado sobre el aumento de tensiones en el golfo Pérsico.
"Si hacen algo, sufrirán mucho. Ellos saben a qué me refiero", añadió.
La tensión en el golfo Pérsico ha aumentado desde que Washington anunció en abril pasado el fin de las exenciones que había concedido a ocho naciones o territorios para que siguieran comprando petróleo a Irán.
Como consecuencia, las autoridades iraníes amenazaron con bloquear el estratégico estrecho de Ormuz, por el que cruza una gran parte del crudo mundial, si las sanciones impuestas por EE.UU. tras retirarse del acuerdo nuclear de 2015 impiden sus exportaciones de petróleo, vitales para la economía del país.
Debido a las sanciones estadounidenses y el fracaso del resto de firmantes de acuerdo nuclear (Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania) en contrarrestarlas, Irán informó el pasado miércoles de que suspende la aplicación de algunos de sus compromisos nucleares.