La salida del ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, se produce tras las últimas denuncias, pero también después de que la prensa boliviana se hiciese eco de sus supuestas discrepancias con la mandataria Jeanine Áñez.
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ha cesado al ministro de la Presidencia, Jerjes Justiniano, señalado en las últimas horas por varias denuncias que van desde un supuesto caso de manipulación judicial a coacciones sobre un antiguo alto cargo del Ministerio de Comunicación.
Áñez presidió este martes una ceremonia en la que designó a Yerko Núñez, hasta entonces ministro de Obras Públicas, como nuevo responsable de Presidencia. En Obras Públicas se incorpora Iván Arias, mientras que la mandataria también ha aprovechado para cubrir la vacante de Trabajo con Óscar Mercado.
La salida de Justiniano se produce tras las últimas denuncias, pero también después de que la prensa boliviana se hiciese eco de sus supuestas discrepancias con Áñez. Fuentes gubernamentales citadas por el diario 'El Deber' aseguran que el exministro es aliado de Luis Fernando Camacho, que ha anunciado su intención de presentarse a las próximas elecciones presidenciales, y sería más proclive a aprobar una amnistía para el antiguo presidente Evo Morales.
Áñez ha omitido cualquier alusión a Justiniano en su discurso y, en cambio, ha enfatizado que el sucesor es de su "entera confianza". "En estos pocos y turbulentos días ha demostrado capacidad para manejar el Ministerio de Obras Públicas", ha destacado durante el acto.
Áñez asumió la Presidencia de forma interina tras la dimisión de Morales y de otros altos cargos, después de un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que denunciaba irregularidades en el último proceso electoral. Existe un consenso ya para la convocatoria de nuevos comicios, pero todavía no se ha concretado ninguna fecha.