El mandatario Lenin Moreno designa al general de división Luis Lara como jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, en sustitución de Roque Moreira, y al general de brigada Luis Altamirano como comandante general del Ejército, que relevará a Javier Pérez.
Quito. El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, cambió este martes la cúpula militar del país tras las denuncias formuladas por los manifestantes sobre la represión de las protestas que se han sucedido la última semana contra el Gobierno por la reforma económica pactada con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha dejado al menos seis muertos y más de mil detenidos.
El Ministerio de Defensa informó en un comunicado de que Moreno designó al general de división Luis Lara como jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, en sustitución de Roque Moreira, y al general de brigada Luis Altamirano como comandante general del Ejército, que relevará a Javier Pérez.
"El Gobierno agradeció los servicios prestados a la nación por el general de división Roque Moreira y general de división Javier Pérez, quienes han cumplido con profesionalismo tan altas funciones dentro de la institución militar", reza la nota oficial.
Los decretos emitidos por Moreno para cesar a Moreira y Pérez y nombrar a sus sucesores no especifican las causas, si bien estos cambios se producen justo después de que los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes en las protestas contra el Gobierno.
La Defensoría del Pueblo denunció en un informe referido a los hechos ocurridos entre el 3 y el 6 de octubre con el estado de excepción vigente que en esos días Ecuador había experimentado el "contexto de represión" de "mayor intensidad" en los últimos años.
Por un lado, acusó al movimiento indígena de "radicalizar" la protesta social y, por otro, señaló "el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía y de las Fuerzas Armadas".
Según el balance de víctimas presentado este martes con la Defensoría del Pueblo, las protestas han dejado un saldo de ocho muertos y 1.340 detenidos. Sin embargo, la ministra de Interior, María Paula Romo, ha fijado el balance en seis fallecidos y 1.330 arrestados.
Crisis política. Las protestas, protagonizadas por los indígenas, aunque también ha habido participación de sindicatos y estudiantes, comenzaron el 1 de octubre, cuando Moreno dio a conocer el "paquetazo" de ajustes económicos pactado con el FMI a cambio de una inyección de US$4.200 millones.
Las partes iniciaron el domingo un diálogo, bajo los auspicios de la ONU y la Conferencia Episcopal, en el que el Gobierno se comprometió a dar marcha atrás en su medida más polémica, la eliminación de los subsidios al combustible, y los manifestantes a poner fin a las protestas.
Moreno derogó el decreto 883 este lunes y accedió a negociar con los indígenas los nuevos ajustes económicos, para lo cual debían reunirse este martes, aunque la sesión ha sido pospuesta, según han informado los mediadores, por razones que no han trascendido.
El presidente ecuatoriano ha acusado directamente a su antecesor en el cargo y antiguo aliado, Rafael Correa, así como a sus socios, entre ellos el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de orquestar las protestas para derrocar a su Gobierno en un "golpe de Estado", algo que ambos han negado.