Piñera dijo en una entrevista con CNN en Español que hubo una campaña de desinformación "gigantesca" con videos circulando en Facebook, Instagram y Twitter que habían sido "filmados fuera de Chile" o "tergiversados".
Santiago.- El presidente chileno, Sebastián Piñera, cuyo gobierno ha sido sacudido por intensas protestas, provocó una nueva ola de ira tras unos polémicos comentarios sobre la supuesta falsedad de algunos videos en redes sociales y la injerencia extranjera que lo obligó a dar explicaciones horas después.
Piñera dijo en una entrevista con CNN en Español que hubo una campaña de desinformación "gigantesca" con videos circulando en Facebook, Instagram y Twitter que habían sido "filmados fuera de Chile" o "tergiversados".
"En eso han habido, sin duda, participación de gobiernos e instituciones extranjeras", declaró.
Los comentarios de Piñera fueron transmitidos por CNN por primera vez el 15 de diciembre, pero causaron revuelo esta semana generando intensos debates tras su emisión completa.
Sergio Micco, jefe del estatal Instituto de Derechos Humanos y quien revisó el contenido en línea como parte de una investigación sobre el manejo policial de las protestas, dijo a una estación de radio local que, si bien habían visto material engañoso, la "inmensa mayoría" de los videos era auténtica.
Y Jorge Abbott, el fiscal nacional de Chile, dijo que "hasta el momento, (en) las imágenes que nosotros hemos analizado, no tenemos esa situación" descrita por el mandatario.
La oposición izquierdista, organizaciones de derechos humanos y grupos activistas culpan a Piñera por no actuar más rápidamente ante denuncias generalizadas de abusos a los derechos humanos durante las protestas contra la desigualdad que estallaron el 18 de octubre.
Más de 26 personas murieron durante los disturbios y miles más han quedado heridos o han sido detenidos, mientras la aprobación al presidente se ha desplomado a un 10%.
Si bien los reclamos sobre interferencia extranjera no son nuevos -el Departamento de Estado señaló indicios de influencia de Rusia en los disturbios- las palabras de Piñera fueron recibidas con furia tanto por sus opositores como por miembros de su propia coalición de gobierno, Chile Vamos.
Manuel José Ossandón, senador por el oficialista Renovación Nacional de centroderecha, dijo al diario La Tercera: "Basta. Chile vive un momento decisivo (...) Estas declaraciones no ayudan, relativizan y dividen".
El jueves por la noche, en un video divulgado por sus redes sociales, Piñera dijo que "al referirme a ciertas 'fake news' en entrevista a CNN, no me expresé en forma suficientemente precisa" y que "las violaciones a DDHH deben ser condenadas siempre".
Esto ocurre en medio de un período ya incómodo para el presidente. La semana pasada, el gobierno entregó a los fiscales un informe que, según dijo, había sido enviado a su agencia de inteligencia por una fuente no revelada que analizó 5 millones de cuentas de redes sociales tuiteando en el momento más álgido de los disturbios.
El informe, confirmó el gobierno, destacó que uno de cada cinco tuits sobre los disturbios se generó fuera de Chile, y entre las cuentas más activas se encontraban los seguidores de la cultura K-pop de Corea.
El viernes, a través de las redes sociales se convocó a una marcha "K-Pop" en la céntrica Plaza Italia de la capital con la promesa de un concierto de clausura a cargo de la popular banda surcoreana BTS. Un fuerte contingente policial rodeaba el sector por la tarde y se registraban algunos choques entre manifestantes y fuerzas del orden.