La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, anunció una investigación oficial para un posible juicio político a Donald Trump; pero ¿Cómo funciona este proceso que no ha logrado nunca en los historia de EE.UU., destituir a un Presidente?
Washington. La Cámara de Representantes de Estados Unidos inició este martes una investigación oficial para un posible juicio político a Donald Trump, luego de reportes de que el presidente alentó a un líder extranjero a realizar una investigación que podría dañar a un rival.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, una demócrata, anunció la investigación en una conferencia de prensa, argumentando que nadie está por encima de la ley.
Los legisladores del Partido Demócrata apoyaron la decisión luego de que Trump admitió públicamente que le pidió al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy, que investigara al hijo de Joe Biden, precandidato presidencial demócrata y ex vicepresidente.
Trump dijo en Twitter este martes que la llamada telefónica del 25 de julio fue "muy amigable y completamente apropiada" y que no presionó a Zelenskiy.
A continuación, una explicación de cómo funciona el proceso de juicio político.
¿Por qué un juicio político?
Los fundadores de Estados Unidos crearon la presidencia, pero temían que se pudiese abusar de sus poderes. Así que incluyeron en la Constitución un procedimiento para destituir a un gobernante.
El presidente, según la Constitución, puede ser destituido de su cargo por "traición, soborno, crímenes u otros delitos menores".
No está claro lo que eso significa exactamente. Históricamente, ha abarcado desde corrupción a otros abusos de la confianza del público.
Un presidente no necesita haber violado la ley penal para haber cometido una falta que abra el camino a una destitución.
¿Cómo funciona?
Una idea errónea sobre un "impeachment" es que se refiere a la destitución de un presidente de su cargo. De hecho, se refiere solo a la cámara baja del Congreso, que presenta cargos, como si de una acusación penal se tratara.
La Comisión Judicial de la Cámara ha liderado históricamente las investigaciones para un juicio político, pero los líderes del Partido Demócrata también pueden optar por poner a cargo a un comité cuidadosamente seleccionado.
Si una mayoría simple de los 435 miembros de la Cámara apoya la presentación de cargos, conocidos como "artículos de juicio político", el proceso pasa al Senado, la cámara alta, que lleva a cabo el juicio para determinar la culpabilidad del presidente.
En el juicio, miembros de la Cámara actúan como fiscales, los senadores como jurados y el presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos encabeza el proceso. Se requiere un voto de dos tercios de los 100 senadores para condenar y destituir a un presidente.
Los legisladores no están obligados a probar su caso más allá de toda duda razonable: el estándar de prueba en un caso penal en Estados Unidos.
Líneas partidarias en el Congreso
En la Cámara hay 235 demócratas, 199 republicanos y un independiente. Como resultado, los demócratas podrían acusar a Trump sin el apoyo republicano.
En 1998, cuando los republicanos tenían una mayoría en la Cámara, los votos en general se alinearon con los partidos para acusar al presidente demócrata Bill Clinton.
En el Senado hay 53 republicanos, 45 demócratas y dos independientes que generalmente votan con los demócratas. La condena y remoción de un presidente requiere de 67 votos. Para que Trump sea destituido de su cargo, al menos 20 republicanos, todos los demócratas e independientes tendrían que votar en su contra.
La mayoría republicana en el Senado podría desestimar inmediatamente los cargos contra Trump en una votación, sin considerar la evidencia.
Ningún presidente ha sido destituido por un juicio político. Uno, Richard Nixon, renunció antes de ser removido. Otros dos, Andrew Johnson y Clinton, fueron acusados por la Cámara, pero no condenados por el Senado.
¿Quién asume como Presidente si Trump es destituido?
En el improbable caso de que el Senado condene a Trump, el vicepresidente Mike Pence se convertiría en presidente por el resto del mandato de Trump, que finaliza el 20 de enero de 2021.