Robert Mueller, el fiscal que investigó los supuestos nexos entre Rusia y Donald Trump, negó, asimismo, que el mandatario le haya entrevistado para ser director del FBI, tal y como el gobernante afirmó en Twitter.
Washington. Robert Mueller, que fue director del Buró Federal de Investigaciones (FBI) entre 2001 y 2013, dijo este miércoles en el Congreso de Estados Unidos que sus indagaciones no exoneran al presidente Donald Trump, pero adelantó también que no dirá si el mandatario cometió un delito.
Dos audiencias legislativas, trasmitidas a nivel nacional y que se espera sean maratónicas, permitirán a los estadounidenses escuchar al hombre detrás de la larga y cuestionada investigación.
Dudas sobre si Trump obstruyó a la justicia. Tres meses después de la publicación del informe final sobre la pesquisa de dos años sobre las presidenciales de 2016, gran parte del público estadounidense sigue sin tener claros los hallazgos de Mueller en cuanto a si Trump obstruyó penalmente a la justicia y si su campaña se confabuló con los rusos para perjudicar a su rival demócrata Hillary Clinton.
El reservado Mueller testifica ante dos comités de la Cámara baja controlada por los demócratas –primero en el Comité Judicial y después en el de Inteligencia–, en medio de declaraciones de Trump asegurando que fue "exonerado" en la pesquisa, y de los demócratas, que insisten en que el informe proporcionó amplia evidencia para un juicio político.
Mueller se mantiene "dentro del texto". Mueller, quien hizo algunos comentarios públicos en una conferencia de prensa en mayo, pero no contestó preguntas y se ha resistido a testificar, reiteró que se "mantendría dentro del texto" de su informe y se mostró visiblemente incómodo una vez que comenzó el interrogatorio.
"En base a la política del Departamento de Justicia y los principios de imparcialidad, decidimos que no tomaríamos la determinación de si el presidente cometió un delito. Esa fue nuestra decisión en ese momento y sigue siendo nuestra decisión hoy", dijo Mueller.
Pero cuando se le preguntó si su informe exoneraba completamente al presidente de irregularidades, Mueller contestó: "No". "El presidente no fue exculpado por los actos que presuntamente cometió", dijo Mueller, y agregó que era "cierto" que Trump podría ser procesado por obstrucción de la justicia después de dejar el cargo.
Entrevista de trabajo. Frente a decenas de cámaras de televisión y en respuesta a las preguntas del republicano Louie Gohmert, Mueller aseguró que el mandatario no le entrevistó para ser director del FBI. Mueller confirmó que se encontró con Trump un día antes de ser nombrado fiscal especial para la llamada trama rusa, pero dijo que no le entrevistó "como candidato" para ser director del FBI.
Gohmert, un republicano de Texas, usó sus cinco minutos de turno de palabra para atacar la integridad de Mueller y preguntarle sobre su relación con el exdirector del FBI (2013-2017) James Comey, quien ha asegurado que fue despedido por Trump por negarse a cerrar la investigación sobre la llamada trama rusa.
Comey y Mueller trabajaron juntos bajo el Gobierno del presidente George W. Bush (2001-2009) cuando el primero era el vicefiscal general de EE.UU. y el segundo encabezaba el FBI. Ante la presión de Gohmert, Mueller admitió que Comey y él eran "amigos", pero trató de dejar claro que eso no afectó la objetividad de su investigación.
"¡Espero que no diga eso bajo juramento!" Una hora antes de que el fiscal iniciara su comparecencia, en Twitter, Trump sugirió que Mueller le había pedido que le nombrara director del FBI después de que el gobernante hubiera despedido a Comey.
"Han informado de que Robert Mueller está diciendo que no presentó una petición ni se entrevistó para el puesto de director del FBI (para lo que fue rechazado) el día antes de que fuera nombrado erróneamente fiscal especial", manifestó el mandatario en Twitter. "¡Espero –continuó Trump– que no diga eso bajo juramento porque tenemos muchos testigos de esa entrevista, incluyendo el vicepresidente de EE.UU!".
El informe Mueller. El informe de Mueller documenta los extensos contactos entre la campaña de Trump y los rusos, incluidos los intentos de cooperar o conspirar, ninguno de los cuales es un delito específico. Mueller dictaminó al final que no había pruebas suficientes para recomendar cargos de conspiración penal, la principal acusación legal que podía utilizar.
El veterano fiscal también presentó en detalle 10 casos en los que Trump supuestamente trató de obstruir la investigación. Pero dijo estar impedido de recomendar cargos contra Trump porque las reglas del Departamento de Justicia (la fiscalía general de la nación) le prohibían presentar cargos penales contra un presidente en funciones.
Esto dejó en manos del Congreso determinar si Trump cometió un delito, y una minoría de demócratas está presionando para que la Cámara de Representantes inicie un proceso de destitución del presidente.
Mueller, que ya fue 88 veces al Congreso en su larga carrera en el gobierno, es famoso por decir lo menos posible y ya señaló que no quiere exponer la investigación, pese a los repetidos ataques a su persona y a su trabajo por parte de Trump.
Pero también dejó en claro que cree que el público estadounidense no comprende completamente el alcance y las consecuencias de la campaña de Rusia para entrometerse en las elecciones, lo que Trump se ha negado reiteradamente a reconocer.