El Consejo de Monumentos Nacionales del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile está celebrando diversos recorridos ciudadanos conocidos como "patrimoniando", con el fin de conocer un poco más de las estructuras deterioradas.
Santiago.- Desde el inicio del estallido social chileno, el 18 de octubre pasado, más de 800 monumentos e inmuebles patrimoniales han sido dañados, lo que ha llevado a toda la comunidad a reflexionar en torno al origen y el futuro de estas obras.
El Consejo de Monumentos Nacionales del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile está celebrando diversos recorridos ciudadanos conocidos como "patrimoniando", con el fin de conocer un poco más de las estructuras deterioradas.
"Los monumentos son construcciones que tienen un significado que tiene que ver fundamentalmente con la historia, con el reconocimiento de ciertos personajes", explicó a Xinhua Luis Montes Rojas, académico de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y quien está guiando las visitas.
El también doctor en bellas artes por la Universidad Politécnica de Valencia, España, agregó que de alguna manera "la institución lo que va haciendo es la proposición de una conducta, de una manera de establecernos como sociedad a partir de la identificación de ciertos valores" a través de los monumentos.
El primer recorrido se realizó el sábado pasado y se inició en el Museo Nacional de Bellas Artes de Chile, donde Montes actualmente tiene montada la exposición "Contra la razón".
La muestra se centra en la "figuración" de los monumentos históricos para "transformarlos, cambiar su escala, tomar algunos elementos y multiplicarlos, a través de instalaciones con las que busca poner en crisis la vigencia de los relatos y valores presentes en ellos", según explicó el artista.
En el trayecto explicó a una treintena de personas cinco esculturas que se erigen en el casco histórico de Santiago, una de las zonas más dañadas durante el estallido social.
"Lo que ha sucedido es que en este último tiempo ha habido un reconocimiento de cierta distancia entre la ciudadanía y lo que ha sido simbolizado, materializado en el monumento, y esa distancia yo creo que proviene justamente de una falta de, a veces, educación, de entendimiento con el monumento", detalló el experto.
Abundó que "lo que tenemos es una distancia general entre la ciudadanía y su patrimonio por una falta de construcción de lazos, entre aquello que nos pertenece a todos y la ciudadanía que lo vivencia cotidianamente".
Según los últimos datos entregados por el Ministerio chileno de las Culturas, 319 monumentos públicos (estatuaria, placas o bustos conmemorativos que se encuentran en el espacio público) y 443 monumentos nacionales, incluyendo monumentos históricos y zonas típicas, han resultado dañados en el marco del estallido.
Sobre este punto, Montes aclaró que le parece "muy impresionante el reconocimiento del monumento como una plataforma de manifestación".
"Se reconoce en estas construcciones escultóricas un potencial de sentido que ha sido utilizado por la manifestación", dijo.
"Cuando estamos en una revuelta de esta magnitud era absolutamente comprensible, esperable, que los monumentos fueran también escenario de la manifestación política", añadió.
Sobre quienes plantean trasladar o no restaurar algunas obras dañadas, argumentó que "no estoy tan de acuerdo en borrar la historia".
"Yo estaría en movilizar las esculturas, destinarlas a otro espacio, incluso como se hizo en otros lugares del mundo cuando cambiaron de régimen político, como pasó en España o Alemania, no para borrar la historia, sino para recordar lo que aquí sucedió", aseveró.
La estudiante de Artes, Paz Bascuñán, afirmó a Xinhua tras participar del recorrido, que "los monumentos están cargados de historia y reflejan acontecimientos y periodos 'memorables'".
"Pero la escultura y el arte son disciplinas que han sido históricamente de las élites, así que no le pueden pedir a las personas que quieran, cuiden o sientan empatía por ellas", agregó.
