Se espera la formación de 14 a 23 tormentas, de las cuales de 8 a 14 se transformarían en huracanes, casi alcanzando el récord registrado a mediados de esta década, cuando azotó Katrina.
Washignton. La temporada de tormentas en el Atlántico podría ser la más intensa desde el 2005, cuando el Huracán Katrina causó la muerte de más de mil personas tras impactar las instalaciones de energía del Golfo de México, predijo una agencia del Gobierno estadounidense.
En su primer pronóstico para la campaña que comienza el próximo martes, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, según sus siglas en inglés) prevé la formación de 14 a 23 tormentas, de las cuales de 8 a 14 se transformarían en huracanes, casi alcanzando el récord de 15 registrado en el 2005.
De tres a siete podrían ser huracanes de categoría 3 o superiores, con vientos de más de 110 millas por hora (177 kilómetros por hora), señaló la agencia.
Las estimaciones están en línea con predicciones anteriores de especialistas acerca de una temporada particularmente severa, que podría interrumpir las operaciones de crudo, gas y refinerías en el Golfo de México.
"Si este pronóstico es correcto, esta temporada sería una de las más activas de las que se tenga registro", dijo Jane Lubchenco, directora de NOAA. "La mayor probabilidad de tormentas trae un riesgo mayor de recaladas", agregó.
Además del riesgo que los grandes huracanes pueden presentar a cerca de un cuarto de la producción de petróleo de Estados Unidos y a más de una décima parte de la producción de gas natural frente a la costa en el Golfo, las tormentas de este año amenazan los complicados esfuerzos para combatir el desastre medioambiental causado por el derrame de crudo de BP.
La temporada de huracanes comienza oficialmente el 1 de junio y generalmente alcanza su mayor actividad entre fines de agosto y mediados de octubre. Una temporada de huracanes del Atlántico promedio conlleva 11 tormentas tropicales con seis huracanes, incluidos dos grandes huracanes, según NOAA.
Temporada activa. La temporada 2009, que presentó solo tres huracanes y fue uno de los años más tranquilos desde 1997, en parte debido al fenómeno climático que produce la corriente de El Niño, siguió a varios años de actividad inusualmente intensa, que fue particularmente perjudicial para los suministros de energía de Estados Unidos.
Otros meteorólogos estadounidenses, incluyendo a investigadores privados y universitarios, también están pronosticando una temporada de huracanes activa.
Hasta ahora la compañía privada de meteorología WSI y el equipo de meteorólogos de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado (CSU, por su sigla en inglés) esperan que esta temporada produzca al menos ocho huracanes, cuatro de ellos de gran importancia, representando una mayor amenaza a la costa estadounidense.
Se espera que meteorólogos de CSU actualicen su predicción para la temporada 2010 en un reporte que publicarán el 2 de junio.
Un récord de cuatro grandes huracanes impactó Estados Unidos en el 2005, incluyendo al huracán Katrina, que llevó a la muerte de cerca de 1.500 personas en la costa estadounidense del Golfo y provocó daños por US$80.000 millones, convirtiéndola en el desastre natural más costoso de la historia estadounidense.