En los recintos penitenciarios de Guayaquil, Cuenca y Latacunga, donde ocurrieron los asesinatos masivos contra presos y personal de gendarmería, está el 70 % de la población carcelaria del país.
Es considerada la peor masacre en la historia del sistema penitenciario del país. Las cárceles en Ecuador, al igual que en muchos otros países, son territorio en ebullición. Pero lo acontecido el pasado martes superó todos los límites: al menos 79 muertos en cuatro prisiones, muchos de los cuales fueron decapitados o desmembrados.
Tras el asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, la banda que él dirigía, Los Choneros, se disputa el liderazgo con otras como Los Pipos, Los Lobos, Los Chone Killers y Los Tiguerones. También hay luchas de poder con Los Lagartos. Esas rencillas generaron los ataques mortales entre reos, según las autoridades.
Pero el hacinamiento es otro problema. Según BBC Mundo, que cita datos del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH), las cárceles del país tienen capacidad para 28.500 personas, pero se calcula que hay 38.000 detenidos (33 % de sobrepoblación).
En las cuatro cárceles donde ocurrió la matanza se concentra el 70 % de esa población.
“Y al haber obligado a internar en los mismos centros a miembros de bandas rivales, también contribuyó a los sangrientos enfrentamientos”, se indicó en la publicación.
El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), aseguró en 2019 que para transformar el fallido sistema penitenciario, la infraestructura era insuficiente, obsoleta e inadecuada para la rehabilitación de los presos".
"Es una de las principales causas que presenta el sistema generando efectos negativos en las personas privadas de libertad, como el incumplimiento de los estándares mínimos de los Derechos Humanos, e incremento de situaciones de crisis como motines, riñas”, agregó el informe del SNAI.
La cárcel en la que hubo más asesinados fue la de Turi (Cuenca). Conocida como Centro de Privación de Libertad (CPL) Azuay No.1, registró 34 fallecidos, 18 de los cuales habían sido decapitados.
Le sigue el Centro de Rehabilitación Social (CRS) Masculino Guayas No. 4, ubicado a las afueras de Guayaquil, donde hubo 31 víctimas.
En el CPL de Varones Guayas No. 1, conocido como Penitenciaría, hubo seis fallecidos.
En una entrevista con El Universo de Ecuador, en diciembre pasado, el secretario ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, Billy Navarrete, advertía sobre un detalle a tomar en cuenta para mejorar el sistema carcelario:
“La necesidad de contar con un régimen de clasificación según el delito cometido, que hasta donde sabemos se ha flexibilizado, especialmente en la Penitenciaría del Litoral, ahí más bien la condición económica es la que separa a la población privada de la libertad”, advirtió Navarrete.
En la Zona 8, donde está Guayaquil, se incluyen el CRS Masculino Guayas No. 3 (conocido como La Roca), el CPL Guayas No. 2 (cárcel de mujeres) y el CPL Guayas No. 5.
Finalmente, en el CPL Cotopaxi No. 1, de Latacunga, ocho reos fueron asesinados. Según el mencionado proyecto del SNAI, uno de los problemas es que “la cantidad de agua del centro es insuficiente, lo que ocasiona problemas de escasez de agua”. (I)