De acuerdo a un informe de la ONU, la falta de recursos económicos para la operación del "Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas", creado en México en 2012, es una de las causas de la precaria situación.
Ciudad de México. Un mecanismo del Estado mexicano, creado en 2012 para proteger a periodistas y defensores de derechos humanos, no ha logrado garantizar la seguridad de estas personas, por el contrario los asesinatos y agresiones van en aumento, dijo este lunes un informe de Naciones Unidas.
De acuerdo al documento, la falta de recursos económicos para la operación del "Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas", así como los altos niveles de impunidad en algunos casos, están entre las principales causas de la precaria operación.
"El mecanismo necesita fortalecimiento, necesita contar con personal suficiente para proteger a las personas beneficiarias y emprender acciones de prevención", dijo Jean Jarab, representante de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México.
Durante la presentación del documento, el funcionario de la ONU dijo que para avanzar en el mecanismo México necesita reconocer la labor tanto de periodistas como de defensores de derechos humanos y promover entre sus autoridades condenas pública cuanto ocurren agresiones.
El informe destaca, por ejemplo, que desde 2014 el mecanismo mantiene el mismo personal, aun cuando el número de usuarios ha ido en aumento y que su presupuesto es inferior a 2017 y 2018, pese que en abril, con 903 usuarios, se pidió un incremento al Gobierno.
En lo que va del año, dice el informe, se ha matado a 11 periodistas y otros 13 activistas de derechos humanos, cifras que superan a los del año pasado y que sugiere que el número de muertos podría alcanzar un récord en 2019.
La ONU, así como otras organizaciones de defensa a periodistas, coinciden en que son muy pocos los casos que terminan en una condena o incluso en el arresto de perpetradores, que en más de la mitad de los casos han sido identificados como funcionarios del gobierno.
En agosto, cuatro periodistas fueron asesinados, el último caso ocurrió el fin de semana en el populoso Estado de México. Organizaciones como Artículo 19 y Reporteros sin Fronteras han considerado que México se ha convertido en uno de los países más peligrosos para la prensa.