La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, advirtió que cada vez hay menos tiempo para desacelerar la propagación del virus. Dijo que es necesario que los países de la región adopten "medidas urgentes".
El número de casos del nuevo coronavirus en las Américas se acerca ya a los 190.000, con más de 3.500 muertes confirmadas, y varios países en los que ya hay transmisión comunitaria pero aún hay tiempo, aunque cada vez menos, de desacelerar la propagación de la enfermedad Covid-19 en el continente.
Ese es el mensaje que ha lanzado la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, que ha aprovechado igualmente para apelar a la solidaridad entre los distintos países en la lucha contra la pandemia, toda vez que se espera que los casos sigan aumentando.
"Todavía tenemos una ventana de tiempo para actuar. Hay pasos que cada país puede tomar para frenar la propagación del virus, reducir el impacto en los sistemas de salud y salvar vidas", ha sostenido en rueda de prensa en Washington, recalcando que eso será "solo si actuamos ahora".
"Lo que hagamos hoy determinará la capacidad de nuestros sistemas de salud para salvar vidas mañana", ha advertido.
En este sentido, ha defendido la necesidad de que los países de la región adopten "medidas urgentes para preparar los hospitales y centros de salud" ante la previsible llegada masiva de pacientes con COVID-19 que "necesitarán espacio hospitalario, camas, profesionales de salud y equipos médicos".
"Este virus no ha sido ni será detenido por las fronteras trazadas en los mapas", ha sostenido Etienne.
Igualmente, ha apelado a proteger al personal sanitario mediante su capacitación sobre cómo evitar las infecciones y acceso a suministros adecuados y equipos de protección personal. "Es nuestro deber protegerlos y cuidarlos, ya que estarán en la primera línea de esta batalla", ha recalcado la jefa de la OPS.
Necesidad de medidas de distanciamiento. Por otra parte, ha incidido en la necesidad de adoptar medidas de distanciamiento social puesto que esta es la única forma de evitar que los hospitales se vean "abrumados" por un número demasiado grande de personas enfermas en un período muy corto, como ya se ha visto en otros países golpeados por la pandemia.
En opinión de Etienne, "parece razonable planificar estas medidas para que duren dos o tres meses al menos".
"Sin evidencia sólida sobre los tratamientos efectivos y sin vacunas disponibles, el distanciamiento social y otras medidas preventivas enérgicas siguen siendo nuestra mejor apuesta para prevenir las consecuencias más graves de la pandemia de COVID-19 en nuestra región", ha insistido, defendiendo que "este momento exige que haya un liderazgo audaz y compasivo".
"No será fácil", habida cuenta del impacto que las medidas tienen en las vidas de las personas, pero "esta pandemia es grave y necesitamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para mitigar el impacto en nuestra población", ha advertido la directora de la OPS.
Llamado a la solidaridad. Por último, ha hecho un llamamiento a la solidaridad y al trabajo conjunto entre los países de la región con el fin de compartir recursos y experiencias y tomar decisiones conjuntas que aceleren el acceso a los servicios de salud, promuevan la investigación y la innovación.
"La solidaridad en nuestra región nunca ha tenido un significado más profundo que el de hoy. La única forma de salir de esta situación será si todos hacen su parte, a la vez que apoyan a los demás", ha prevenido Etienne.
Según los últimos datos de la OPS, hasta la fecha 51 de los 54 países y territorios que integran la región se han visto afectados. A fecha del 31 de marzo, había en el continente un total de 188.842 casos, de los que más de 163.000 corresponden a Estados Unidos. Además, se han registrado 3.554 fallecidos.