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Se cumplen 25 años del hundimiento del Rainbow Warrior
Viernes, Julio 9, 2010 - 11:56

En recuerdo del bombardeo del Rainbow Warrior, que costó la vida al fotógrafo freelance Fernando Pereira, Greenpeace conmemorará este sábado el veinticinco aniversario del atentado reafirmando su compromiso a favor de la paz.

"Llegará un tiempo en que los pájaros caerán del cielo, los animales de los bosques morirán, el mar se ennegrecerá y los ríos correrán envenenados. En ese tiempo, hombres de todas las razas y pueblos se unirán como guerreros del arco iris para luchar contra la destrucción de la tierra"... Esta leyenda de los indios Cree da origen al nombre del barco más significativo de Greenpeace, el Rainbow Warrior (RW).

El 10 de julio es una fecha sensible para Greenpeace, ya que un día como hoy, hace 25 años, los servicios secretos franceses hundían, en Nueva Zelanda, el buque insignia de la organización cuando se dirigía a protestar contra las pruebas nucleares de Francia en Mururoa.

En recuerdo del bombardeo del Rainbow Warrior, que costó la vida al fotógrafo freelance Fernando Pereira, Greenpeace conmemorará este sábado el veinticinco aniversario del atentado reafirmando su compromiso a favor de la paz.

La noche del 10 de julio de 1985, agentes de los servicios secretos franceses colocaron dos cargas explosivas en el casco del barco. La explosión de la segunda bomba supuso la muerte de Fernando Pereira, que estaba en su camarote recogiendo sus cámaras, y el hundimiento del barco.

El mundo se estremeció al comprobar que el gobierno francés era el autor del ataque. Dos agentes de los servicios secretos franceses fueron condenados a diez años en prisión por homicidio involuntario y siete por incendio provocado. Sin embargo, en los meses siguientes, Francia ejerció una fuerte presión sobre Nueva Zelanda y llegó a un acuerdo que permitió a los dos inculpados cumplir condena en una prisión militar en Francia.

En poco más de dos años fueron puestos en libertad y regresaron a París. Las Naciones Unidas ordenaron a Francia el pago de una compensación económica con la que Greenpeace pudo botar un segundo Rainbow Warrior en 1989.

Las acciones llevadas a cabo por los dos buques Rainbow Warrior fueron determinantes para conseguir que en 1995 Francia abandonara sus pruebas nucleares y para que se aprobara un Tratado para la prohibición completa de estas pruebas. Sin embargo, este Tratado aún no ha entrado en vigor.

Autores

AméricaEconomía.com