L extrema concentración de la riqueza se debe a que el diseño tributario de América Latina amplía las desigualdades, pues recauda menos de quienes más tienen. Explica que la recaudación de impuestos al trabajo y consumo subió 11%, mientras que los impuestos por rentas corporativas y riqueza cayó en 5%, entre 2007 y 2019.
La desigualdad en México y América Latina se ha incrementado desde 2020, cuando dio inicio la pandemia de Covid-19 en la región, ya que desde entonces el número de personas súper ricas, es decir, aquellas con riquezas netas de 1,000 millones de dólares a más pasó de 61 a 91, mientras que, a la par, 12 millones de personas en la región se sumaron a las filas de la pobreza extrema, según un estudio de Oxfam Internacional.
En el documento se detalla que en general la riqueza de los súper ricos en América Latina creció, entre 2020 y 2022, un 21%. Sin embargo, en el mismo periodo el Producto Interno Bruto (PIB) de los países de América Latina, en su conjunto, se incrementó en apenas un 3,9%.
“En otras palabras, la riqueza de los súper ricos latinoamericanos creció cinco veces más rápido que la de los países de América Latina y el Caribe”, se afirma en el informe.
Tributación dispar
La organización refiere que la extrema concentración de la riqueza se debe a que el diseño tributario de América Latina amplía las desigualdades, pues recauda menos de quienes más tienen. Explica que la recaudación de impuestos al trabajo y consumo subió 11%, mientras que los impuestos por rentas corporativas y riqueza cayó en 5%, entre 2007 y 2019.
"Los gobiernos son en gran parte responsables de esta explosión de desigualdad. La mayoría no ha puesto en marcha políticas progresistas para evitar o reducir la desigualdad, que faciliten la redistribución de la riqueza y el poder y que permitan romper el círculo vicioso por el que los más ricos capturan las políticas e influyen en las decisiones de gobierno”, refiere el informe.
Al finalizar el año pasado América Latina y el Caribe cuenta 91 súper ricos que juntos acumulan una riqueza de 398,200 millones de dólares. Brasil (57) es el país que concentra el mayor número de este tipo de personas seguido de México (15), sin embargo, los ultra ricos de México son los más ricos de la región.
Seguidos de los chilenos y colombianos a cierta distancia, porque también hay desigualdad entre los ultra ricos.
América Latina pasó de tener 61 a 91 millonarios. Es decir, nuestra respuesta a la pandemia creó 400 mil personas en extrema pobreza por cada nuevo súper rico”, refiere el análisis.
La institución considera que el “efecto Carlos Slim”, el hombre más rico de México y uno de los 10 más ricos del mundo, sin duda cuenta. Oxfam Internacional reconoce que en América Latina nadie es más rico que él.
De acuerdo con el documento, su riqueza ha crecido desde el principio de la pandemia 42% (US$ 25.500 millones), dicho de otro modo, su fortuna se ha ido incrementado en 787 millones al mes en un país con 8.5 millones de personas en pobreza extrema, viviendo con menos de 3 dólares al día, no más de 60 pesos, con distintas carencias económicas y sociales.
Las áreas a las que los súper ricos tienen la mayor parte de sus negocios son energía, minería, finanzas, entretenimiento, salud y el sector hospitalario.
El otro extremo
Oxfam Internacional refiere que la situación para la otra gran mayoría es contrastante, ya que desde marzo del 2020 hasta finales del 2022, la desigualdad, la pobreza y las brechas sociales se han acentuado considerablemente.
Los salarios reales han perdido 10% de valor en el mismo periodo de tiempo y 201 millones de personas (32.1% de la población total vive en la pobreza, de los que 82 millones (13.1%) se encuentran en pobreza extrema.
De igual manera, la inseguridad alimentaria pasó a alcanzar a cuatro de cada 10 personas en la región, al final del año pasado.
El informe alerta que los impuestos a los más ricos solían ser mucho más altos en años anteriores. Sin embargo, los gobiernos a nivel mundial han reducido las tasas impositivas de estas personas al mismo que han aumentado los impuestos sobre bienes y servicios que recaen desproporcionadamente sobre las personas más pobres.
De tal manera es que la Oxfam sugiere, mediante un análisis, un impuesto anual sobre la riqueza de hasta 5% sobre los multimillonarios del mundo con lo cual podría recaudar 1.7 billones de dólares al año, suficiente para sacar a 2,000 millones de personas de la pobreza, dicho de otra manera esta cifra representa una cuarta parte de la población mundial.
De acuerdo con Oxfam, la concentración extrema de riqueza en el mundo, erosiona la democracia, socava el crecimiento económico, corrompe las políticas y los medios de comunicación y acentúa la polarización política.
De acuerdo con el informe La ley del más rico, el mundo vive por primera vez, en 25 años, un aumento simultáneo de la riqueza y la pobreza extremas.
Cifras de la organización manifiestan que 2,655 personas con una fortuna neta superior a los 1,000 millones de dólares, han visto aumentos extraordinarios en su riqueza. Desde el inicio de los confinamientos por Covid-19 hasta 2022, ganaron 2,700 millones de dólares por día.
Como ejemplo, menciona la organización, cuatro días de estas ganancias bastarían para acabar con la pobreza extrema en México durante un año con 42 días.
“Mientras la gente común hace sacrificios diarios para pagar productos esenciales como la comida, los milmillonarios han superado sus sueños más salvajes. A pesar de la pandemia y con apenas dos años, esta década se perfila como la década del auge de los súper ricos”, dijo Gabriela Bucher, directora ejecutiva de Oxfam Internacional.
En dicho informe se encuentra que la riqueza de los súper millonarios se ha duplicado en los últimos 10 años, acaparando casi seis veces más riqueza de la que acaba en manos de 50% más pobre de la población.
Dicho de otro modo, de cada 100 dólares de la riqueza generada en los últimos 10 años, 54.4 dólares han ido a parar a manos del 1% más rico de la población, mientras que 50% de los más pobre tan solo ha percibido 0.70 dólares.
Los casos de desigualdad en América Latina se dan en diversos países, como Colombia, en donde en la última década, por cada 100 dólares de nueva riqueza creada, 45 han ido a parar a manos de 1% más rico y tan solo 12.4 a 50% más pobre.
En el caso de El Salvador, 1% más rico del país se ha llevado cuatro veces más de la nueva riqueza que la mitad de los más pobre. Para Honduras y Guatemala, entre 2020 y 2021, el 1% más rico del país se llevó siete veces más que 50% más pobre de ambos países.