Haciendo balance de su gestión, Jiménez ha recordado que durante el periodo en el que ha encabezado el Ministerio de Gobierno, Ecuador ha atravesado por periodos complicados, especialmente marcados por "los terribles días del paro nacional", los enfrentamientos entre la clase política y los numerosos motines en centros penitenciarios.

Francisco Jiménez ha presentado este jueves su renuncia al cargo de ministro de Gobierno de Ecuador tras el vencer el 'no' en el referéndum constitucional del pasado fin de semana con el que el presidente, Guillermo Lasso, buscaba aprobar una serie de reformas en materia de seguridad, institucionalidad y medio ambiente.

El ya exmininstro de Gobierno ha compartido una publicación en su perfil de la red social Twitter donde asegura que haber podido servir al país y al presidente Lasso ha supuesto "un honor y un gran aprendizaje" para él, a la par que ha deseado "fuerza y éxitos" a su sucesor

Asimismo, Jiménez ha reconocido que a día de hoy en Ecuador hay muchas deudas pendientes en el área social, económica, política e institucional, y que corresponde a las autoridades abordarlas con prudencia y paciencia.

El Gobierno ha designado ya a Henry Cucalón como nuevo ministro del área, según recoge 'El Universo'. Haciendo balance de su gestión, Jiménez ha recordado que durante el periodo en el que ha encabezado el Ministerio de Gobierno, Ecuador ha atravesado por periodos complicados, especialmente marcados por "los terribles días del paro nacional", los enfrentamientos entre la clase política y los numerosos motines en centros penitenciarios.

La renuncia de Jiménez, a la que se suman las dimisiones de varios gobernadores del país, se produce después de que el 'no' venciera por un estrecho margen en el referéndum constitucional del pasado fin de semana en el que se planteaban una serie de reformas en la Constitución ecuatoriana.

Tras el fracaso en la votación, el presidente Lasso ha remarcado que el resultado del referéndum --que todavía no es definitivo a pesar de la clara ventaja del rechazo al mismo-- supone "un llamamiento del pueblo al Gobierno", razón por la cual ya adelantó que su gabinete no iba "a eludir esa responsabilidad".