Estudio de la Universidad de York, en Canadá, asegura que una estrategia única puede no ser exitosa en todos los contextos.
Frente a una epidemia de gripe y resfríos, las estrategias deben ser variadas. Así lo asegura un estudio reciente de la Universidad de York, en Canadá, que asegura que las políticas públicas de vacunación deben tener cambios significativos en relación a las características de cada región y la facilidad con que se expanden las enfermedades.
"El tiempo que tarda la epidemia en diseminarse será muy diferente una población urbana en comparación con una remota, y esto es algo en lo que la salud pública tiene que poner atención cuando se desarrollan estrategias de vacunación", manifestó el lider del estudio e investigador de la mencionada casa de estudios, Seyed Moghadas. "Las diferentes poblaciones requieren políticas de vacunación distintas para minimizar el impacto de las enfermedades", añadió.
El estudio, publicado en la revista científica Scientific Reports, de Nature, analiza las estrategias que produjeron el número más bajo de infecciones y hospitalizaciones en Canadá. Los investigadores hallaron que la demografía de las zonas urbanas y las rurales juega un rol importante en la transmisión de las enfermedades. En los lugares más alejados, por ejemplo tiende a haber mayor presencia de niños, quienes son transmisores importantes.
"En todas las estrategias contra virus altamente transmisibles, la llegada de una vacuna después de que la epidemia ha comenzado tiene un efecto mínimo o inexistente", manifestó el investigador Marek Laskowski, quien también participó de la investigación. Agregó que "estudios como este, que combinan gran número de datos y simulaciones de computadora, tiene el potencial para mejorar la toma de decisiones basadas en evidencia científica en la salud pública".
La vacunación temprana, manifestó el investigador, asegura los mejores resultados, reduciendo los índices de infección, hospitalización y fatalidad, así como la demanda al sistema de salud.
El estudio concluye que mientras la tecnología avanza hacia una producción más rápida de vacunas, las estrategias para distribuirlas de manera eficiente y rápida deben incorporar las características de cada región.