Los estudios muestra que en promedio los usuarios pasan más tiempo viendo en las páginas de los otros que posteando contenido propio.
Muchos profesionales jóvenes se muestran en redes sociales esperando la aprobación del resto o queriendo mostrar la mejor versión de sí mismos, en un afán por autopromocinarse. Sobre esto refiere Daniela do Lago, coach de carrera y conferenciante de los cursos de MBA de la Fundación Getulio Vargas.
Do Lago dice a Administradores.com que cualquier red social tiene el poder de ayudar a las personas a sentirse más conectadas. Los objetivos iniciales para los más jóvenes son conquistar nuevos "amigos” y los estudios muestra que, en promedio, los usuarios pasan más tiempo viendo en las páginas de los otros que posteando contenido propio. Sería algo así como una "vigilancia social".
“La sensación peligrosa está en equipararse con los otros, principalmente en el tema de la carrera profesional y el trabajo. Lo peor es que sienten la necesidad de recibir alguna gratificación de su empresa, porque al final de cuentas sus cientos de “amigos”, que nunca han visto en la vida real, les recuerdan lo gloriosa y exitosa que debería ser su vida”, dice la coach.
Lo que ocurre, explica Do Lago, es que los profesionales se sientes satisfechos con su vida profesional hasta que revisan Facebook, por ejemplo, y se dan cuenta de lo que otras personas están haciendo. Y aunque la mayoría de los jóvenes no caen en la comparación de sus vidas con las de las celebridades, si consideran las imágenes y los posteos de sus colegas en las redes sociales como reales.
De esta forma, “muchos jóvenes en vez de sentirse conectados y fortalecidos con internet, creen que están desamparados y se sienten presionados a tener éxito rápidamente. Y entonces se crea una crisis de ansiedad por ese ideal de éxito".
Do Lago recomienda que los jóvenes tomen en cuenta que la edad adulta empieza a los 20 años, que no da tampoco para tener tantos éxitos. Y si bien las redes sociales dan facilidades, es importante salir del computador y vivir la vida real.