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América Latina se embarca en la banca móvil
Vie, 09/12/2011 - 09:06

Jerry Haar

 2011: el comienzo de un buen año
Jerry Haar

Jerry Haar es profesor, investigador y consultor de Administración Internacional, Planeamiento Estratégico y Mercadeo. Actualmente es Decano Asociado y Profesor de Administración en la Escuela de Administración de Empresas en Florida Internacional University (FIU). También es Investigador Principal del Programa de Inversión Internacional de Columbia University. Antes de asociarse con FIU, fue Investigador Principal y director del Programa Interamericano de Comercio y Trabajo en el Centro Norte-Sur de la Universidad de Miami, así como investigador principal en Wharton School de la University of Pennsylvania. Se graduó cum laude en American University, recibió su maestría en Johns Hopkins University y obtuvo su doctorado en Columbia University. También cursó el Executive Program en la Gestión de Sistemas de Salud de Harvard University. Es autor y co-autor de catorce libros y vários artículos, y ha servido como consultor para empresas públicas y privadas en los Estados Unidos.


Algún día las personas podrán depositar dinero, girar depósitos, revisar saldos, pagar cuentas de servicios, recibir sus salarios, remesas del exterior y subsidios públicos, todo a través de sus teléfonos celulares y de manera rápida y segura. Gracias a la tecnología y el emprendimiento, ese día es hoy.

Bienvenidos al nuevo mundo del dinero móvil. Según aumenta el número de personas que utilizan sus teléfonos para mensajería y servicios de datos, se abre toda una gama de métodos alternativos de pago. El paso natural es la migración de los servicios financieros de cemento y ladrillo, que no están al alcance de todos, a aparatos móviles disponibles para el 80% de la población latinoamericana.

Junto con África y Filipinas, América Latina es una de las regiones más propicias para el dinero móvil, dado un uso del celular cercano al pleno potencial. Esfuerzos como los del Banco de Chile con Entel y Tigo Paraguay, o Digicel y Scotiabank en Haití, están demostrando el interés por encontrar soluciones adecuadas para cada mercado.
Existe también una condición demográfica que hace de éste el momento ideal para la banca móvil: la nueva ola de latinoamericanos conectados a redes sociales mediante aparatos móviles. Y una población menor de 24 que representa el 35% de los latinoamericanos.

Pyramid Research estima que América Latina ha alcanzado las condiciones apropiadas para incrementar la tasa de adopción de servicios financieros móviles, incluyendo pagos y banca. Los operadores móviles como Claro y Movistar están expandiendo sus ofertas comerciales, reconociendo que 18 millones de personas en América Latina acceden a servicios financieros a través de sus dispositivos móviles.

Yellow Pepper es un ejemplo de que el dinero móvil está obteniendo sus mayores éxitos en países emergentes. Fundada en 2004, esta compañía con sede en Miami ha recibido la primera inversión de capital de la IFC (Banco Mundial) en una red financiera móvil de las Américas. Con 3,6 millones de usuarios exclusivos en nueve países y 18 millones de transacciones mensuales, la empresa fue seleccionada por más de 40 bancos y socios estratégicos de la región, tales como Western Union y Credibanco Visa. Sin embargo, el producto más promisorio de Yellow Pepper es la billetera móvil, una innovadora cuenta bancaria que el usuario maneja mediante simples mensajes de texto desde su aparato móvil. Según Fast Company , una revista estadounidense especializada en emprendimiento, Yellow Pepper tiene 110.000 billeteras en Haití con Scotiabank y Digicel, un operador con 32 redes en el Caribe y el Pacífico.

Pero a pesar de las inmensas posibilidades, hay también desafíos importantes para la banca móvil en América Latina. Entre ellos están la inversión inicial; el costo-beneficio para los comerciantes o los consumidores para adoptarla sin invertir en hardware adicional; la velocidad de las transacciones en comparación con el efectivo o tarjeta de crédito; y el desafío de ganarse la confianza de los consumidores.

Gran parte de la innovación en el sector está siendo realizada por emprendimientos, empresas de telecomunicaciones y compañías tecnológicas orientadas al consumidor y el comercio electrónico. Los impactos en la sociedad están bien documentados. Algunos estudios sugieren que aumentos en la penetración bancaria tienen un impacto positivo e inmediato en el crecimiento del PIB. En algunos casos, un aumento del 10% del crédito bancario al sector privado impulsa el PIB per cápita en un 0,42%.

En la actualidad, la penetración bancaria y los ratios de activos bancarios en relación al PIB son bajos en América Latina, lo que significa una gran oportunidad si los sectores de menores ingresos reciben herramientas para acceder a servicios bancarios. Mirando al futuro, Pyramid Research estima que el número de usuarios de banca móvil en América Latina crecerá en un 65% entre 2010 y 2015, desde 18 millones a 140 millones. En 2015 los usuarios activos de este tipo de servicios podrían alcanzar a un 85% de la población, transformándose en una puerta de entrada a servicios relacionados como pagos, banca y remesas.

Sea por razones de conveniencia, eficiencia, efectividad de costos o seguridad, el dinero móvil está revolucionando la manera como vivimos y hacemos negocios. Esto es especialmente cierto para aquellos que están en la base de la pirámide. No es una exageración decir que el dinero móvil es una palanca fundamental para acortar la brecha digital.

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