En el 46% de los casos, la alternativa de utilizar cannabis vino de los propios usuarios.
A mediados de noviembre del año pasado, dos farmacias de Montevideo y tres del interior comenzaron a vender marihuana medicinal bajo receta médica. Por esa fecha también, uno de cada cuatro uruguayos de entre 15 y 65 años consumía o estaba interesada en usar cannabis medicinal y solo 10% de ellas lo estaba efectivamente consumiendo. El dato surge de un informe elaborado por Gustavo Robaina y Raquel Peyraube, integrantes de Monitor Cannabis, una plataforma del equipo de Evaluación y Monitoreo de la Regulación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República.
El estudio, publicado este lunes en la página web de Monitor Cannabis, indica que “las personas parecen tener una percepción positiva de los beneficios del cannabis para tratar enfermedades o síntomas, ya sea por experiencia personal o por la recomendación de personas cercanas” y concluye que “la opción del cannabis ha llegado por fuera de los consultorios médicos, de la mano de los propios usuarios, su familia o amigos”.
De hecho, en 46% de los casos, la alternativa de utilizar cannabis vino de los propios usuarios, a uno de cuatro se lo propuso un amigo o familiar, mientras que sólo al 5% se lo indicó el médico tratante. “Frente a la ausencia masiva de los médicos en el proceso y la no inclusión de estos productos en su práctica clínica, salvo algunas excepciones, la opción del uso de cannabis medicinal ha promovido la autonomía de las personas, que movilizan recursos propios de información o de vínculos para mejorar su salud y bienestar”, dicen. los expertos, que son acérrimos defensores del uso de ese tipo de productos y agregan: “Por fuera de las instituciones reguladoras y sanitarias, las personas se han asesorado y buscado alternativas que han ido encontrando en Internet, en los medios de comunicación o sus redes más cercanas”.
Nueve de cada diez uruguayos está de acuerdo con el uso terapéutico del cannabis, según una encuesta de 2017 realizada por Factum en el marco de un estudio de Monitor Cannábico sobre la regulación del cannabis en coordinación con investigadores de la Universidad de la República, la Universidad Católica del Uruguay, la Universidad de California – Davis, la Universidad ORT Uruguay y el Observatorio Uruguayo de Drogas (Junta Nacional de Drogas).
Según el informe de los especialistas, 30% de las personas que se interesaron por el tratamiento con cannabis lo hicieron por “falta de respuesta satisfactoria de los tratamientos convencionales” y 24% “en un intento por tomar menos medicamentos”. De los interesados, más de la mitad (56,6%) nunca consumió marihuana con fines recreativos.
A su vez, el estudio reveló que poco más de un tercio de quienes usan cannabis medicinal acceden a él por medios ilegales y otro tercio a través del autocultivo. Además, 23% compra productos en el exterior. Quienes acceden a través de productos elaborados en Uruguay se dividen en dos mitades: por un lado, lo hacen por autocultivo –con y sin registro en el Instituto de Regulación y Control de Cannabis (Ircca), acotan los expertos- y por el otro, por el suministro de otras personas, como cultivadores o productores de extractos.
“Esto confirma una vez más la existencia de un mercado clandestino de productos y que un alto porcentaje de personas recurre al autocultivo para hacer uso del cannabis con fines medicinales. En ambos casos, los productos difícilmente cumplen estándares de calidad”, aseguran Robaina y Peyraube.
Para los responsables del informe, sigue habiendo dificultades para el acceso a los productos medicinales porque “solo es posible comprar en farmacias dos productos a base de cannabis conteniendo exclusivamente cannabidiol, uno en concentración de complemento alimentario (2%) y el otro de medicamento (5%) pero a un costo elevado”, lo que, creen, implica, “una paradoja”.