Iniciar una startup no es sencillo, se trata de un proyecto que debe tener un plan de negocios viable, objetivo y, sobre todo, una correcta administración en el tema financiero para catapultar tu idea hacia el éxito.
En México, operan alrededor de cuatro millones de micro, pequeñas y medianas empresas (MyPymes), según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Aunque esto retrata un alto número, datos del mismo instituto señalan que 35% de los emprendedores terminan por cerrar sus startups por falta de rentabilidad, ocasionada en su mayoría por una mala administración financiera.
Las finanzas respaldan la estructura de tu empresa, dan sustento a sus operaciones y permiten su crecimiento. Sumado a esto, tener buena gestión financiera puede marcar la diferencia entre una startup que funciona y otra que no.
El hecho de que un emprendedor desarrolle un buen producto o servicio, no significa que sea bueno administrando una empresa, desde el punto de vista financiero. Por lo que es recomendable que siempre recurra a un experto en el tema. Además se debe de tener en cuenta que no se tiene que contratar por contratar: elegir al personal adecuado es primordial también para no tener pérdidas.
Hay cuatro estrategias para manejar y administrar mejor el dinero de tu startup:
Contratación de personal
Según un estudio de la empresa especializada en reclutamiento de personal, Hays, una contratación laboral fallida puede llegar a costar a las empresas hasta el doble del salario anual de los ejecutivos.
Cómo emprendedor, debes estudiar los momentos clave para sostener el sueldo de una persona, sus beneficios legales y plantear un panorama para que este pueda seguir creciendo, de lo contrario, se irá en el corto o mediano plazo, ocasionando más pérdidas que ganancias.
Consigue solo de la tecnología que necesitas
Contratar servicios que no necesitas es tirar dinero a la basura. Dependiendo del giro de tu empresa, podrás requerir cierto software o equipo tecnológico. Cualquier startup debe tener dos objetivos: gastar menos para producir lo mismo o más, y vender más para hacerse de más capital.
Cuando el software eficientiza procesos, entonces se vuelve rentable y es necesario adquirirlo; además, puede que requieras tecnología específica, aunque hoy en día es posible conseguir gratuitamente varios servicios por los que antes había que pagar.
Igualmente, sería conveniente que, ante la posibilidad de una emergencia, tu negocio cuente con un colchón financiero al que puedas recurrir.
No derroches en publicidad
El gasto en publicidad digital de las empresas alcanzó los 25.495 millones de pesos durante 2017, según datos del estudio "La Inversión en Comunicación en Internet en México", realizado por IAB México. Sin embargo, apostar por publicidad para lograr el posicionamiento que deseas e incrementar tus ventas suele resultar costoso, y más si no cuentas con las métricas precisas para saber qué tan exitosas están siendo tus campañas.
En la actualidad este negocio se ha diversificado y existen muchas maneras de hacer llegar mensajes a tu público a bajo costo, como una agencia de RP.
No contraigas deudas
Los préstamos o créditos bancarios no son la mejor opción, ya que la deuda es adquirida directamente por ti y, en caso de que falle tu startup, quien tendrá que pagar ese dinero serás tú. Lo mejor que puedes hacer es buscar capital a través de fondos de inversión o de un ángel inversionista.
Lo recomendable es que tu startup pase primero por una aceleradora, para que el plan de negocios se consolidé y así, posteriormente, puedas recurrir a algún fondo de de inversión.