¿Cómo entender qué hay detrás de cada individuo?, ¿cómo averiguar sobre los elementos comunes que los unen? Son interrogantes para repensar la forma de entender al cliente y el Design Thinking surge como una metodología aplicable en la gestión de empresas que busca innovar, pero siempre teniendo en cuenta la experiencia del cliente. En este sentido, se propone cambiar la mirada para entender al cliente desde su individualidad.
Actualmente no es posible tratar a todos los públicos de la misma manera, pensar que todas las personas son iguales, o tienen las mismas expectativas. Por eso a través del Design Thinking buscamos opciones creativas e inclusivas que se acomoden a la nueva era de trabajo empresarial y a los cambios culturales y sociales de nuestros mercados.
El Design Thinking tiene como desafío crear un mecanismo acorde a las demandas y tendencias actuales, y a las distintas características de las personas mediante un trabajo colaborativo. Su enfoque busca generar una mejor experiencia del usuario desde la innovación y la resolución de problemas, resolviendo las necesidades de las personas.
Ponerse en los zapatos del otro: las claves a considerar
El Design Thinking se resume en intentar meterse en la cabeza de los potenciales clientes y ver qué es lo que realmente buscan. Entre las claves a considerar a la hora de aplicar esta metodología destacan:
*Diagnóstico exhaustivo: exploración en torno a las problemáticas y oportunidades, siempre desde la empatía con el usuario. Para esta etapa se requiere mucha observación y la correcta interpretación sobre qué pasa con el negocio, el entorno, cómo afrontar la competencia, cómo se vende, entre otras cosas.
*Desarrollo de la idea en conjunto: el trabajo colaborativo de los miembros del equipo es fundamental para dar forma a las soluciones/creaciones que se encuentren. Es ideal que el equipo humano esté conformado de un grupo multidisciplinario que testeando con los usuarios, lleguen a las respuestas correctas.
*Implementación: el trazado de la ruta hacia el mercado en el que se hacen testeos y pruebas previas a la implementación definitiva. Durante todo el proceso deben estar implicados los futuros usuarios.
Entender los cambios cíclicos de la sociedad significa hacerse cargo de una demanda importante de los clientes. El gran objetivo está en mejorar su experiencia para cumplir las expectativas respecto a los productos y servicios ofrecidos mediante la metodología Design Thinking.
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