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Economía global: preocupación sí; desesperación, jamás
Lun, 09/04/2012 - 08:33

Jerry Haar

 2011: el comienzo de un buen año
Jerry Haar

Jerry Haar es profesor, investigador y consultor de Administración Internacional, Planeamiento Estratégico y Mercadeo. Actualmente es Decano Asociado y Profesor de Administración en la Escuela de Administración de Empresas en Florida Internacional University (FIU). También es Investigador Principal del Programa de Inversión Internacional de Columbia University. Antes de asociarse con FIU, fue Investigador Principal y director del Programa Interamericano de Comercio y Trabajo en el Centro Norte-Sur de la Universidad de Miami, así como investigador principal en Wharton School de la University of Pennsylvania. Se graduó cum laude en American University, recibió su maestría en Johns Hopkins University y obtuvo su doctorado en Columbia University. También cursó el Executive Program en la Gestión de Sistemas de Salud de Harvard University. Es autor y co-autor de catorce libros y vários artículos, y ha servido como consultor para empresas públicas y privadas en los Estados Unidos.

Cualquiera que haya asistido al Foro Económico Mundial en Davos concordará en que los ánimos cambiaron desde la reunión del año pasado. Aunque hay inquietud sobre la economía mundial, el consenso es que “el nerviosismo ha sustituido a la desesperación entre los líderes empresariales”, citando a dos periodistas del Financial Times.

¿Qué depara la economía global para 2012? Los principales indicadores dan una clara imagen de lo que viene. Para empezar, el crecimiento mundial se redujo desde el 5% de 2010 y se hundirá hasta 3,3% en 2012. Cortesía de los anémicos resultados de las economías más avanzadas que crecerán menos de 2%.

Estados Unidos será golpeado por la debilidad bancaria de Europa, lo cual podría llevar al país a un aumento en las tasas del Tesoro. La baja inversión bancaria, el alto desempleo (más de 8,5%) y un aumento en la tasa de ejecución hipotecaria mantendrán la moral baja en el país del norte.

Si EE.UU. sufre el equivalente a un fuerte resfrío, Europa tiene neumonía con una fiebre alta crónica. La Eurozona se contraerá en 2012 socavando la confianza de inversores, empresas y consumidores. Además la debacle de la deuda en el sur de Europa, principalmente en Grecia e Italia, requerirá una mayor intervención del mercado por parte del Banco Central Europeo y continuará poniendo a prueba la paciencia de Alemania, país continuamente llamado al rescate. Esto pone en tela de juicio la viabilidad de una moneda común en la UE.

Las buenas noticias, al igual que en 2011, vienen de los mercados emergentes. Aunque el crecimiento global caerá del 7% al 6% en 2012, las economías en ascenso seguirán con mejores indicadores que Europa, EE.UU. y Japón. Es más, su crecimiento sería aún mayor si no fuera por limitaciones de capacidad, políticas de ajuste y la desaceleración de la demanda externa.

Las tasas de crecimiento de China e India declinarán levemente desde 9,5% a 9% y de 7,8% a 7,5%, respectivamente, con las naciones del sudeste asiático creciendo de 5,3% a 5,6%. La insaciable demanda de commodities que tiene China e India bajará levemente mientras el consumo privado continuará fuerte a pesar de la contracción del crédito.

Respecto a América Latina y el Caribe ,la tasa de crecimiento probablemente disminuirá ligeramente desde 4% a 3,5%. La demanda asiática de commodities contribuirá a un respetable crecimiento en países como Perú, Chile, Argentina y Brasil, mientras que a México, América Central y el Caribe no les irá tan bien, dada su fuerte dependencia de EE.UU. en materia de inversión, exportaciones y turismo. Se espera que Chile, Colombia y Perú sean los países latinoamericanos que crezcan más rápido en 2012.

Las perspectivas para Latinoamérica, de todos modos, son menos dependientes de los factores externos que de los internos. En el Índice de Libertad Económica publicado por Heritage Foundation y Wall Street Journal sólo un país de la región aparece en los top 20: se trata de Chile en la 7º posición. Por eso no sorprende que en el ranking de competitividad global del Foro Económico Mundial la región tenga un desempeño pobre, cayendo año tras año desde el boom de commodities de 2003 (esta dependencia en los commodities creció de un 44% de las exportaciones en 2003 a un 54% en 2010).

Lamentablemente, la productividad de América Latina es menor a la asiática y durante la última década las inversiones desviaron su atención hacia el continente oriental. Hoy es más fácil hacer negocios en Pakistán o Albania que en Brasil. Los niveles de educación e en la región son extremadamente bajos. También hubo un proceso de descarte en Latinoamérica donde un selecto número de países –Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, México y Panamá-cosecharon la atención de las juntas corporativas.

Los brillantes rayos de sol que atraviesan las nubes económicas de 2012 son las compañías globales con sus proveedores y sistemas de apoyo. Por ejemplo, General Electric, Medtronic, Caterpillar, Unilever y Siemens en economías avanzadas y Daewoo, Odebrecht, Tata, Cemex y Haier en los mercados emergentes.

Para América Latina, a pesar de los impedimentos mencionados anteriormente, los continuos cambios en políticas, liderazgo y gestión entregan razones para creer que 2012 será mejor que el año pasado.

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